James.
Suspiro completamente aburrido. Estoy acostado en medio del averno con sabuesos a mi alrededor. Unos de los cachorros se acercan y me empiezan a morder los brazos y los pies para que juegue con ellos.
—Ahora no, chicos.—Ruedo en el suelo hasta quedar boca abajo.—Extraño a mi Chispitas.—Lloriqueo.
—¿Por qué me extrañas?
Levanto rápidamente la vista y me encuentro con Carlos mirándome interrogante.
—¡Chispas!—Exclamo desde el suelo. Tengo demasiada pereza de levantarme.—Me levantaría, pero el suelo es cómodo. A todo esto, ¿cómo es que entraste? Los sabuesos no dejan entrar a nadie, excepto a Lucifer, Bella, Inna y yo.
Él sonríe de medio lado y señala alrededor. Vuelvo a rodar hasta quedar de espaldas al suelo y miro a ambos lados, todos los sabuesos están petrificados y no se mueven.
—¡Mis hijos!—Corro hacia ellos y los abrazo.—¡Eres despiadado, Chispitas!—Intento moverlos, pero es inútil. Parecen como si fueran estatuas.
—Uno: No son tus hijos.—Ruedo los ojos.—Dos: Jake te está buscando, ve al castillo.—Ahora él es el que rueda los ojos y desaparece. Al instante los sabuesos logran moverse y vuelven a sus formas humanas.
—Odio a ese brujo.—Dice entre dientes un niño de aproximadamente siete años.
—Te apoyo, hermano.—Un niño idéntico a él lo abraza y lo ayuda a levantarse.—¿Cómo es que lo soportas tanto, James?
Me sacudo un poco la ropa y me trueno algunos huesos.
—Práctica.
Aparezco frente a la habitación de la Lagartija y abro la puerta, sólo para cerrarla de nuevo rápidamente.
—¡Mierda, James!—Grita desde el otro lado de la puerta. Pasan unos segundos y sale Jake sin camisa acompañado de una súcubo. Se despide de ella y luego me mira mal y me señala que entre.—¿Cuántas veces te he dicho que toques la maldita puerta?
—Si ya sabes como soy, ¿por qué no le pones seguro?—Me acerco a la cama con intención de tirarme, pero luego recuerdo lo que acabo de ver y mejor decido sentarme en un sillón que se encuentra en una esquina.—¿Por qué me buscabas?
—Anoche Leviatán y Carlos encontraron una entrada al paraíso.—Toma una camisa y se la coloca.
—¿Y eso me involucra en...
—En que tú y yo tenemos que entrar para...—Le interrumpo.
—¿Por qué no va Bella? Si al final de cuentas ella es la que irá.
—Ella junto con Lucifer están con Inna en estos momentos, al parecer su crecimiento ha estado avanzando más de lo que teníamos pensado. Al crecer, sus huesos se destruyen para volver a formarse.—Niega con la cabeza, aprieta los puños y hace una mueca de dolor.—Inna lo está pasando fatal en estos momentos, lo menos que pueden hacer Bella y Lucifer es estar con ella, ellos son como sus padres después de todo.
—Con razón no los he visto en todo el...—Digo pensativo.
—Bien.—Mueve la cabeza como para eliminar esos pensamientos.—Te decía que tú y yo entraremos para ver en qué parte nos lleva el portal. Yo iré en mi formar humana y tú en sabueso, así todo será más fácil. Si las cosas se ponen feas, me transformaré.
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Averno: Los Cuatro Jinetes
Paranormal¿Qué estás dispuesto a hacer para sobrevivir? ¿Le venderías tu alma al Demonio? ¿En quién confías? ¿Quiénes son ellos cuatro? ¿Por qué Dios no te escucha? Hay miles de preguntas sin respuestas concretas, sólo recuerda una cosa: Lucifer no siempre...