Capítulo 14: Crystal.

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Jake.

¿Qué tan difícil es encontrar a una cabellera rubia más brillante que el sol?

Llevo todo el día buscando a Inna, desde que Bella se fue, hace tres días, Inna no ha aparecido cerca del castillo. James me ha dicho que está un poco sentida por la ida de Bella y que necesita tiempo, lo único que sé es que tengo que encontrar a esa rubia antes de que Carlos me mate por no haberla cuidado.

Bufo al haber buscado sin éxito durante casi tres horas. Y es ahí cuando varias preguntas surgen en mi mente, ¿qué tan sentida está Inna? ¿a Bella le dolerá mucho estar lejos de su hija?

Sigo pensando en esas cosas hasta que choco con una mujer, lo sé porque escucho perfectamente su voz al insultarme.

—Lo sient...—Estoy apunto de disculparme hasta que veo quien es.—Oh, eres Lilith, entonces no lo siento.

Ella rueda los ojos e intenta pasarme, pero la tomo del antebrazo antes de que se vaya.

—Si quieres tener sexo, sólo tienes que decirme.—Sonríe de medio lado y me acaricia el pecho sobre la camisa.

—En mi vida me acostaré contigo.—Alejo su mano de mí.—¿Has visto a Inna?

—Si.—Se da la vuelta y camina. La vuelvo a sostener del antebrazo y la miro con los ojos entrecerrados.

—¿Y....

—Me preguntaste si la había visto, yo te dije que sí.

—Sabes que cuando te pregunto que si la has visto, es porque quiero saber su ubicación.—Cierro los ojos intentando no explotar, hablar con Lilith sin querer matarla era como si Carlos le dejará uno de sus libros a Inna. Imposible.—¿Dónde está?

—Teniendo sexo con los príncipes.—Se va. Dejándome con la boca abierta y sin darme ninguna explicación.

Bien tal vez haya sido una broma de esa bruja.

Con ese pensamiento vuelvo al castillo, tendré que decirle a Carlos que perdí a Inna.

Y como si lo hubiera invocado, él aparece a lado de mí. Provocando un pequeño sobresalto de mi parte.

—¿Quieres matarme?

—¿Ahora? Si.—Toma mi mano y nos hace aparecer frente uno de los miles de castillos que hay aquí.—Pero primero debo de encontrar a Inna.

Con un movimiento de sus manos, Carlos derriba la puerta y entramos. A mi lado aparece James convertido en un sabueso, asentimos y transformo mi suave y tersa piel en escamas, mis ojos cambian y mis alas salen de mi espalda.

 A mi lado aparece James convertido en un sabueso, asentimos y transformo mi suave y tersa piel en escamas, mis ojos cambian y mis alas salen de mi espalda

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Averno: Los Cuatro JinetesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora