Carlos.
Decir que estoy confundido se queda corto a lo que en verdad estoy sintiendo.
Creí que conocía a Lucifer, digo creí, porque una pregunta surge en mi mente, ¿en verdad he conocido a Lucifer? Por años había estado enterado que él tenía secretos, que mis hermanos tenían secretos, que el castillo y el propio infierno tenían secretos...siempre me quise jactar de saber cosas que muchos no, de ser uno de los pioneros en describir cientos de cosas; pero ahora en verdad ya no sé qué creer.
¿Estoy agradecido con Lucifer? Lo estoy, él me dio una nueva vida. Por eso no digo nada mientras lo veo salir por aquellas puertas.
¿Estoy enojado con Lucifer? Si, porque él pudo haber evitado miles de muertes, incluso la de mi hermana. Por eso lo sigo velozmente antes de que se vaya demasiado lejos.
Pero cuando lo tengo justo a unos pasos de mí, me detengo.
¿Qué estoy haciendo?
Antares, el cual había venido junto a mí, se detiene y me mira extrañado.
—¿Por qué te detienes?
—Yo...no lo sé, por primera vez en cientos de años, no sé nada.
Lucifer se detiene y gira levemente su cabeza. Posa sus ojos en los míos y por un breve segundo, puedo visualizar un deje de dolor en ellos.
—Deben de estar preparados para todo, ¿me entendiste, Carlos? Para absolutamente todo.—Dice y retoma su camino.
—¿Qué quiere decir con eso?—Pregunta Antares.—¿Insinúa que no somos lo suficientemente fuertes como para detener a los Oscuros?
—Por más extraño que parezca, siento que es por otra cosa.—Digo mientras veo como Lucifer va desapareciendo entre las sombras.—Y lo peor es que no tengo ni la más mínima idea de que sea.
—¡Carlos!—Exclama James a lo lejos.
—Vamos.—Lo tomo de la mano.—Tengo que desencadenar a Jake.
Puedo sentir como Antares se tensa ante mi agarre, no soy muy cariñoso, verdaderamente es raro que lo sea, pero por más egoísta que suene, ahora lo que necesito es su apoyo incondicional. Él me entiende y aprieta su agarre, para seguidamente, regresar por donde habíamos venido. Cuando atravesamos las puertas, vemos como el desorden sigue igual que antes.
Ignoro todo y me centro en Jake, suelto las cadenas y él se levanta.
—¡Silencio!—Grita y todos callan.
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Averno: Los Cuatro Jinetes
Paranormal¿Qué estás dispuesto a hacer para sobrevivir? ¿Le venderías tu alma al Demonio? ¿En quién confías? ¿Quiénes son ellos cuatro? ¿Por qué Dios no te escucha? Hay miles de preguntas sin respuestas concretas, sólo recuerda una cosa: Lucifer no siempre...