Capítulo 8: Caminando...raro.

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Jake.

Termino de editar el vídeo de James para incluir las mejores partes y salgo de la habitación. Camino con una sonrisa pegada en todo mi rostro y varios demonios y gente de mi reino me miran extrañados, unos pocos con diversión y otros con admiración.

¿Qué acaso no me han visto sonreír?

Paso cerca de la celda de Cerbero y escucho el grito de Carlos e Inna, junto con la risa estruendosa de Bella.

Abro la puerta y lo que veo me deja perplejo. Carlos intenta atrapar a una Inna en llamas, Bella se ríe a carcajadas y le da ánimos a Inna de correr, y Cerbero mira todo con diversión y ríe de vez en cuando.

—¿De qué me perdí?—Carlos me mira con odio y levanto las manos. Bella y Cerbero se acercan a mí.—¿Por qué Inna está en llamas?

—Inna cuando huye de algo se prende en llamas para que les sea más difícil capturarla y, respondiendo a tu pregunta, no te perdiste nada importante.—Se encoge de hombros.—Sólo que Inna le dio a Cerbero uno de los libros de Carlos.

—Y...¿qué hay con eso?

—Me lo comí.—Responde el gran 

—Okay....eso...tiene mucho sentido.—Los miro extrañados, pero luego recuerdo lo que me dijo Lucifer antes de venir.—Por cierto, Bella.—Me tiro al suelo al momento en el que Inna lanza una bola de fuego, me levanto y sacudo mi chaqueta y la coloco bien.—Lucifer nos llama.

—¡Mierda, es cierto!—Gira su cabeza en dirección a Carlos e Inna y lanza una onda que los deja petrificados.—Ustedes dos, vienen conmigo ahora.

—¡Pero...—Inna intenta replicar, pero Bella le hace un gesto con la cabeza y ella calla.—Bien, mami.

De inmediato ambos recuperan la movilidad y salen de la celda y de la habitación en sí.

—Nos vemos luego, Cerbero.—Bella se despide con una sonrisa y moviendo la mano. El can asiente con sus tres cabezas y yo sólo lo despido con un gesto de mano. Salimos y vamos a la sala de reuniones.

—¿Qué es lo que quiere Lucifer?—Se me hacía raro que de la nada nos llame específicamente a la sala de reuniones, ya que esa sólo se utiliza en casos importantes o reuniones con criaturas de alto rango. 

—Los príncipes tienen información sobre la guerra que se aproxima.—Suelta un pesado suspiro y se pasa una mano por su largo cabello rubio.

—Una moneda de oro por tus pensamientos.

—¿Sabes? Nunca creí tener miedo, al menos no después de que muriera, pero...al saber que Inna va a participar yo..

—Cualquier madre en tu lugar pensaría igual que tú, Bella.—Paso un brazo por sus hombros y la acerco a mí. Beso su coronilla y le sonrío.—Verás que todo está bien.

—En las guerras muchas vidas se pierden..

—¿Dudas de nosotros? Te recuerdo que Carlos creó un hechizo que nos ancla a la vida a todos por igual, no importa cuántas veces nos asesinen, nos descuarticen, nos torturen y nos...—Ella levanta una ceja y mejor decido no continuar con eso.—El punto es que mientras uno de nosotros esté vivo, los demás lo estarán.

Averno: Los Cuatro JinetesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora