Carlos.
Mientras hablo con Jake, veo como Bella sale casi corriendo del Nuptiale, me abstengo de seguirla al ver a Lucifer siguiéndola. Jake fija la mirada en la misma dirección que yo y se encoge de hombros.
—¿Habrán peleado?—Inquiere al ver a Akin con el ceño fruncido.
—Las Gorgonas se encargaron de crear un ambiente tenso entre ellos tres, recordando sus orígenes y ese tipo de cosas.—Vuelvo a posar la vista en Jake, mientras siento mis ojos cambiar a un calor azul intenso.
—Deja de ser un cotilla de primera, Carlos.—Sonríe de medio lado al entender el color de mis ojos.—No los observes.
Vuelvo mis ojos a su color original.
—Me sale natural. ¿Y tus chicas?
Él lanza un pequeño gruñido y niega con la cabeza.
—Si lo dices de esa manera, me haces sonar como si fuera un mujeriego.
—Aunque eso tampoco lo vas a negar.—Río silenciosamente al ver su rostro.—Iré con los Mooned, siento su incomodidad hasta aquí.
—Buscaré a las gemelas, creo que estaban con tu hombre.—Ruedo los ojos y asiento, mientras lo veo desaparecer detrás de la puerta principal.
Doy media vuelta y camino hacia la familia de lobos.
—¿Disfrutando de la boda?
—Nunca pensé que mi hija se casaría tan pronto.—Comenta Adelina dándome una cálida sonrisa.—Mucho menos con un chico como James.
—Si les soy sincero, yo ni pensaba que James pudiera tener pareja.—Todos reímos.—Pero de algo de lo que si puedo estar completamente seguro, es que James, a pesar de que parezca un idiota la mayor parte del tiempo, cuidará de su hija y nietos a la perfección.
—Eso espero, o no me importara que sea un Príncipe.—Marcus gruñe, pero Adelina lo riñe con la mirada.
Akin se acerca a nosotros y me sonríe de medio lado. Aunque puedo notar que está tenso.
—¿Todo bien?
—Perfecto.—Asiente.
—Bien, si no les importa, ¿por qué no vamos al castillo y...—Callo de golpe y siento mis ojos abrirse de más.
Una calidez empieza a crecer en mi pecho y, repentinamente, siento como un peso que no había notado nunca ha salido de mis hombros.
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Averno: Los Cuatro Jinetes
Paranormal¿Qué estás dispuesto a hacer para sobrevivir? ¿Le venderías tu alma al Demonio? ¿En quién confías? ¿Quiénes son ellos cuatro? ¿Por qué Dios no te escucha? Hay miles de preguntas sin respuestas concretas, sólo recuerda una cosa: Lucifer no siempre...