Capítulo 21: Problemas.

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Carlos.

Bella al ver que en cualquier momento atacaríamos, levanta una mano en señal de que no hagamos nada, algo que a duras penas obedecemos.

Vamos, Bella.—Réplica James.—¿Ni una mordidita?

—No, basta.—Lo mira mal y baja su mano.

—¿Siguen hablando mentalmente?—Se burla Akin.—¿Acaso tienen miedo de decir las cosas? ¡Adelante, hablen!

Al estar vinculados mis hermanos y yo, lo que uno sienta, los demás lo pueden sentir. Y juro que jamás sentí tanto odio proviniendo de Bella.

—Bella...—Me coloco a un lado de ella y me acerco a su oído.—Mantén el control, no dejes que el poder te domine. Recuerda lo que hemos hecho todos estos años.

Mi cercanía no pone de muy buen humor a Akin y eso lo compruebo al leer sus pensamientos.

¿Me acaba de llamar brujo de cuarta?

—Si fuera tú, pensaría dos veces antes de insultar a la mano derecha de Lucifer.—Digo secamente.

Akin suelta una risa sin gracia.—¿Ahora te atreves a poner palabras en mi boca?

—En tu boca no, estúpido lobo.—Él está a punto de replicar, pero se calla al momento de señalar su cabeza.

—Carlos, sal de su cabeza.—Lucifer se coloca al otro lado de Bella.—Si quieren hablar, hablemos; no hace falta la violencia.—Lo último lo dice para James y Jake, los cuales nunca bajaron la guardia.

—Apoyo a Lucifer.—Adelina mira a Akin y a su esposo.—No hace falta pelear. Además, de que James es un Alfa y lo menos que queremos es un duelo a muerte.

Puedo escuchar como James murmura un con gusto se lo doy, pero Bella se aclara la garganta interrumpiendo cualquier tipo de plática.

—Si quieren que hablemos, primero Akin tendrá que disculparse con Inna.—Dice con altanería, típico de una reina.

—Y según tú, ¿por qué debería de hacerlo?—Contesta de igual forma.

—¿Debo recordarte que casi la violas y, no conforme con eso, la culpas de toda la mierda que está pasando?—Da un paso hacia adelante y Lucifer la toma de la cintura para que no se acerque. Cosa que parece enfadar a Akin más de lo que ya estaba.

—Yo no me disculparé con una niña como esa.—Él imita la acción de Bella y da varios pasos.—Y menos si ahora la tengo que soportar por estar emparejada con mi sobrino.

—¡Pues esa niña es mejor de lo que tú alguna vez has sido!—Quita el brazo de Lucifer de su camino y lo encara a pocos centímetros de él.—Deja de creerte un Dios invencible, porque créeme, tú ahora mismo estás frente unos verdaderos Dioses que no dudarán al momento de asesinarte.—Sonríe de lado y hago lo mismo al saber que es lo que va a decir.—Y no sabes cuánto adoro asesinar.

Él, junto con su manada, palidece y retrocede unos cuantos pasos, traga saliva y se aclara la garganta.

—Lo....siento Inna.—Dice con dificultad.

Averno: Los Cuatro JinetesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora