Capítulo 50: El Castillo esconde secretos.

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Jake.

La puerta de mi habitación es tocada con insistencia hasta el punto de casi tirarla. Hago una mueca y la abro, sólo para toparme con Bella.

—Te habías tardado en despertar.—Digo mientras la dejo pasar.

—Lo sé, hasta a mí me sorprende.—Responde mientras se sienta en la cama.—Supe todo lo que pasó.

—¿Hablas sobre James y su odio hacia los vampiros?—Asiente.—Es un imbécil.

—Opino lo mismo que tú.—Sonríe de medio lado, mira al suelo unos segundos y borra su sonrisa rápidamente. Levanta la mirada y traga saliva.—Si un día, te dijera que planeo crear una rebelión contra Lucifer, ¿me apoyarías?

¿Qué mierda?

—¿Planeas una rebelión?

—No.

—¿Entonces?—Levanto una de mis cejas.

—¿Lo harías o no?

No tengo que pensar mucho la respuesta.

—Obviamente.

—¿Por qué me ayudarías?—Se levanta lentamente de la cama y camina hacia mí.

—En este tiempo juntos, he aprendido muchas cosas sobre ti, Bella. Sé que tú nunca harías algo sin ningún motivo, todo siempre tiene una explicación.

—¿Y si no tengo esa explicación, Jake?—Toma una respiración profunda.—¿Qué pasaría si no tuviera una explicación para eso?

—Sé que la tendrás, por más loca que sea.

Bella suelta el aire que contenía y da un paso hacia atrás.

—Sabes que yo siempre he sido buena presintiendo cosas, ¿no?—Asiento.—Últimamente tengo esa corazonada de que algo malo va a pasar, y el maldito misterio de Lucifer no me ayuda en nada.

—¿De qué misterio hablas, Bella?—La tomo por los hombros y la obligo a volverse a sentar, yo en frente de ella.

—Hay algo que oculta Lucifer, no sé qué es, pero hay algo.

—Bueno, todos aquí sabemos que Lucifer siempre ha guardado secretos, ¿qué hay de diferente ahora?

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—Bueno, todos aquí sabemos que Lucifer siempre ha guardado secretos, ¿qué hay de diferente ahora?

—Que se trata sobre mí.—Muerde su labio con nerviosismo.—Cuando peleaba con Azazel, me llamó por un nombre diferente al mío y...por un momento sentí que en verdad era mi nombre, y no solamente eso, también tuve una especie de sueño mientras estaba muerta.

Averno: Los Cuatro JinetesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora