James.
Aparecemos a más de un kilómetro de donde se encuentra la manada y suelto la mano de Taylor. Empiezo a caminar en línea recta hacia el sur escuchando los pasos de Taylor detrás de mí.
—¿Es esto lo que haremos?—Pregunta en un susurro.
—Específica tu pregunta.—Respondo sin voltear.
—Caminar sin rumbo alguno y sin hablar.—Sus pasos se detienen y yo hago lo mismo. Suspiro rendido y doy media vuelta para enfrentarla.
—¿Te molesta acaso caminar conmigo?—Enarco una ceja y ella niega con la cabeza rápidamente.
—No me molesta caminar contigo, me molesta la intriga...—Baja la cabeza y mira a sus zapatillas.—¿Qué hice mal?
Algo en mi, muy en el fondo, se retuerce al escuchar el tono de su voz afligido y dolido por mi negativa, pero ella debe de entender que simplemente lo nuestro no es posible.
—No hiciste nada, Taylor.—Noto como se estremece al mencionar su nombre, levanta su cabeza y me mira esperanzada, esperanza que se va por el caño al mencionar las siguientes palabras.—Pero eso no significa que vamos a estar juntos.
Sus ojos se llenan de lágrimas y muerde su labio inferior. Se limpia bruscamente los ojos y me mira enfadada.
—¿¡Por qué!?—Exclama, camina hasta quedar a centímetros de mí y me empuja con ambas manos.—¿¡Qué es lo que tienes conmigo!? ¡Si es por ser de diferentes mundos no hay problema, puedo ir contigo o tú puedes vivir aquí!
—No es eso, créeme que eso es lo de menos.—Tomo sus manos antes de que vuelva a empujarme y la inmovilizo.
—¿Entonces qué es?—Su aliento choca contra el mío y mis ojos se desvían a sus labios inconscientemente.—Dime, por favor...
—Es complicado.
—Puedo entender, déjame ayudarte.—La distancia entre nosotros se empieza a reducir hasta que nuestros labios están a nada de estar juntos.—Déjame comprenderte, James.
Salgo de mi ensoñación y me alejo de ella rápidamente. Mi espalda choca contra un árbol y me deslizo hasta llegar al suelo.
—No, Taylor...debes de alejarte de mí. Fue una mala idea traerte conmigo—Cierro los ojos y abrazo mis rodillas como cuando era niño.
El olor que desprende Taylor me abruma y hace que mi bestia interior quiera salir y destrozar todo.
—¿A qué le temes, James?—Mis sentidos se ponen alerta y mi respiración se corta cuando siento a Taylor cada vez más cerca de mí.
—¡Aléjate de mí, Taylor!—Me levanto del suelo y muestro mis colmillos para que se aleje.—¡Intento protegerte, vete!
—¡No me iré, no sin al menos una explicación!
Giro en mi propio eje y golpeo con fuerza el árbol ocasionando que se parta en dos.
—¿¡Quieres una explicación!? ¡Te daré una maldita explicación.—Empiezo a golpear todos los árboles a mi alrededor para así no querer atacar a Taylor. —¡Tu familia! ¡Toda tu maldita familia!—Tomo un árbol y lo arranco desde la raíz.—¡Ellos mataron a la mía! ¿¡Por qué crees que puedo tomar el puesto de Alfa!? ¿¡Crees que fue por casualidad!? ¡Yo fui el que tuvo que matar a tu abuelo! ¡Era él o yo!
ESTÁS LEYENDO
Averno: Los Cuatro Jinetes
Paranormal¿Qué estás dispuesto a hacer para sobrevivir? ¿Le venderías tu alma al Demonio? ¿En quién confías? ¿Quiénes son ellos cuatro? ¿Por qué Dios no te escucha? Hay miles de preguntas sin respuestas concretas, sólo recuerda una cosa: Lucifer no siempre...