Capítulo 56: Negación y Vacío.

491 44 3
                                    

Inna.

A medida que los ataques continúan, la tensión ha ido en aumento. Los Ángeles han decidido quedarse temporalmente en el Castillo prometiendo no buscar problemas y ayudar en cuantas cosas puedan. Los Príncipes, por el contrario a los Ángeles, van siempre a los enfrentamientos, incluso algunos han ido a las demás secciones del infierno buscando a los Demonios más sádicos posibles para utilizarlos en caso de que una horda de monstruos llegue.

Tyler, mi adorado lobo, lleva días sin poder dormir por completo, sé que está más agotado que nada, pero su deseo de ayudar a mi reino lo puede más.

Amo a ese lobo.

Yo he estado investigando de todo un poco, con la confesión que hizo Lucifer me he planteado la hipótesis de que tal vez hay cosas en frente de nuestros ojos que no hemos visto.

Sin embargo, en lo que más me estoy concentrando en buscar es sobre el origen de la guerra que se acerca cada vez más.

Lucifer durante siglos se encargó de reunir a mis tíos y a mi madre, argumentando que la guerra estaba cerca. Él es poderoso, él podría fácilmente detenerla, pero no lo hizo.

Siento que hay más cosas sobre eso, y también siento que, de alguna manera, él quiere que yo lo sepa.

Y hablando del rey de Roma...

—Inna, ¿podrías venir conmigo un momento?

Asiento con la cabeza y voy con él, llegando finalmente a una puerta que jamás había visto.

Creo que se me olvidó mencionar una cosa, el castillo últimamente está dejando visibles puertas que antes no lo estaban, todos tenemos la certeza que es por y para la guerra, ya que en la mayoría de ellas se han encontrado armas, libros de hechizos medicinales, entre otras tantas cosas.

—¿Volvió a aparecer otra puerta?—Pregunto con un poco de gracia.

—Algo así, de esta puerta ya tenía conocimiento, pero yo la mantenía oculta.

Me ahorro el preguntar, porque sé que probablemente no contestará si lo hago y simplemente lo sigo atravesándola.

El lugar es sencillo, hay estantes con diferentes frascos de colores y unos cuantos libros escritos en idiomas que, siendo yo, no puedo descifrar.

El lugar es sencillo, hay estantes con diferentes frascos de colores y unos cuantos libros escritos en idiomas que, siendo yo, no puedo descifrar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Él pasa la mirada por los frascos y toma uno de color plateado. Lo mira unos instantes, mientras suelta un pesado suspiro.

Averno: Los Cuatro JinetesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora