Carlos.
Miro como varios demonios luchan entre ellos para devorar el alma de un humano. Literalmente se están despedazando por un trozo de carne.
El infierno siempre se ha dividido en varias secciones, no es discriminación. Simplemente que, dependiendo del poder y el control sobre sí mismo que tenga un demonio, se le asignará un lugar donde vivir.
Si es que aquí se le pueda llamar así.
En la primera sección está la realeza —nosotros—, y también los que fácilmente podrían confundirse con humanos, tienen un control y camuflaje únicos. En la segunda están generalmente los demonios que, no tienen el poder, pero si el control. En la tercera es lo contrario, tienen el poder pero no el control. Y así sucesivamente hasta llegar el séptimo infierno; el lugar donde no existe ni el control ni el poder. El llamado lugar maldito.
—¿Por qué el viejo nos mandó a nosotros y no vino él?—Pregunta James.
—Porque al darnos su poder se ha ido debilitando conforme pasan las décadas.—Responde Bella sin quitar la vista de los —ahora los desmembrados—, cuerpos de demonios.
—Éste lugar es un jodido infierno con todas las palabras que le dan los mortales.—Habla para sí mismo Jake.
—No perdamos tiempo y vamos por el diamante, éste lugar me da escalofríos.—Un escalofrío recorre mi cuerpo.
—¿Miedo?—Inquiere con burla James.
—Jamás.—Contesto.
Los cuatro nos lanzamos desde el acantilado en donde nos encontrábamos y aterrizamos perfectamente.
—Me sentí como en una película de acción de humanos.—Dice James con una sonrisa.—¿Lo hacemos de nuevo?
—No jodas y mueve el maldito trasero, James. Que en la noche tengo una cita.—Ordena Bella antes de empezar a correr hacia la dirección que nos dio Lucifer.
—Si con cita te refieres a tener sexo e ignorarlos por el resto de la eternidad..—Una bola de fuego lanzada por Bella interrumpe a James.—¡Bien, ya me callaré!
Tardamos alrededor de 10 minutos en llegar a un inmenso castillo muy parecido al de nosotros, con la única diferencia de que éste está destruido, y nos adentramos en el.
—¿Nos separamos?—Propone Bella.
—¿Qué no han visto películas de terror? Nunca es bueno separarse.—James recorre con la mirada el castillo.—¿Me lo puedo quedar?
—En primera no es una película de terror, idiota. Y en segunda, no, no te puedes quedar con éste castillo.—Golpeo a James en el hombro antes de colocarme frente a todos.—Bella al frente, Jake a la derecha, James a la izquierda y yo arriba.
Todos obedecen mis órdenes y se separan en sus respectivos sitios. Subo las escaleras con cuidado, asegurándome de que no haya demonios que puedan atacarme. Después de un rato y al haber explorado más de cinco habitaciones, les pregunto mentalmente sobre si tienen noticias.
—Lo encontré.—Responde Bella mentalmente.
Bajo rápidamente y canalizo la energía para localizar a Bella. No tardo mucho en encontrarla en una habitación mirando fijamente al diamante. Era simplemente impresionante. Su color era el rojo más hermoso que he visto a lo largo de mi vida, además de que, grabados en él se podían contemplar diferentes palabras en todos los idiomas que han existido.
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Averno: Los Cuatro Jinetes
Paranormal¿Qué estás dispuesto a hacer para sobrevivir? ¿Le venderías tu alma al Demonio? ¿En quién confías? ¿Quiénes son ellos cuatro? ¿Por qué Dios no te escucha? Hay miles de preguntas sin respuestas concretas, sólo recuerda una cosa: Lucifer no siempre...