James.
De rodillas frente a ellos, escucho como la puerta es cerrada tras de mí y después pasos alejándose.
Es que en verdad crecieron, y mucho.
Levanto mi mirada y la enfoco en Taylor, la cual pasa su vista de mí a la cuna y de la cuna a mí.
—Taylor...
—No.—Me corta.—No digas nada.
Vuelvo a ver a los bebés y el rubio me sonríe, el pelinegro me sigue viendo mal.
Siento como Taylor está tensa y en posición para saltar en caso de que haga algo.
¿Tan mierda fui como para que ella piense así de mí?
No hace falta contestar esa pregunta obvia, si.
—Tú...¿Los has nombrado?—Ella niega.—¿Por qué?
Ella abre y cierra su boca varias veces, pero de ella no salen palabras, hasta que al final suspira y traga duro.
—Supongo que tenía esa loca idea de que volvieras en sí.
—No es una idea tan loca.—Intento sonreír de lado, pero me sale una mueca.—¿Puedo cargarlos?
Ella frunce el ceño y con cautela camina al bebé risueño y me lo coloca con cuidado entre sus manos. Ella toma al otro y lo mece un poco.
Yo me levanto —ya que la posición me estaba cansando un poco—, y me acerco a ella. Inconscientemente ella aprieta más al bebé a su pecho.
—Tay...—Extiendo como puedo mi mano sin soltar al bebé y ella se mueve hacia atrás.—No te alejes, por favor...
—No soportaré que lo vuelvas a rechazar. Es sólo un bebé, es inocente.
—Y lo sé.—Siento mis ojos cristalizarse.—Pero...
—No hay peros.—Me vuelve a cortar.—Tu madre era una vampiresa.—Aprieto mi mandíbula.—Y ella te amo tanto que dio su vida por ti. ¿Por qué no puedes simplemente superar el pasado y amar a tu propio hijo?
—Porque soy un maldito imbécil que no sabe cuando parar.—Digo con sinceridad.—Dame una oportunidad, Taylor. Una última oportunidad, no más.
—¿Qué me asegura que no volverás a hacer lo mismo?
—Porque si cometo la estupidez de hacer algo igual, quiero que vayas con Carlos y le pidas que me quite el vínculo. Así podrás matarme y no volveré.
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Averno: Los Cuatro Jinetes
Paranormal¿Qué estás dispuesto a hacer para sobrevivir? ¿Le venderías tu alma al Demonio? ¿En quién confías? ¿Quiénes son ellos cuatro? ¿Por qué Dios no te escucha? Hay miles de preguntas sin respuestas concretas, sólo recuerda una cosa: Lucifer no siempre...