Querida Elsa:

Fiesta de Halloween

❤ Maratón 3/5❤    

Los tres días pasaron rápidamente y hoy era el gran día de la fiesta de Rapunzel.

La fuerte música se escucha en la planta baja hacía que me sintiera cada vez más nerviosa por saber que mucha gente está abajo y entre toda esa gente se encontraba Jack.

Ahora me encontraba sentada frente al tocador, mientras jugaba con mis manos sudorosas. Rapunzel estaba parada a mi lado maquillándome, su expresión de concentración me hace sonreír por lo graciosa que se veía.

Su cuerpo luce un elegante vestido blanco con mangas largas, era largo por detrás y por delante era corto, en su cintura se encontraba un cinturón dorado, en su espalda había unas pequeñas alas con plumas blancas, su cabeza tenía una diadema dorada con una aureola blanca y sus pies llevaban unos tacones altos dorados.

No me sorprendería que Eugene se hubiera disfrazado de Diablo.

—No te muevas. —ordenó.

—Lo lamento.

Sobre el tocador se encontraba todo su maquillaje, entre ellos había varios labiales de diferentes colores, varias paletas con diferentes colores de sombras y tamaños, al parecer también había comprado pintura que parecía sangre.

Creo que se tomó muy enserio su papel de maquilladora.

Había colocado una base de color blanco en todo mi rostro, cuello y hombros, había pintado unas ojeras usando unas sombras de color negro y debajo de estas unas de color rojo, también estaba utilizando esas mismas sombras alrededor de mis labios, había utilizado un labial negro para delinear el contorno de mis labios y uno rojo para pintar el resto y ahora se encontraba pintándome una venas falsas debajo de mis ojos.

Las venas las estaba dibujando delicadamente con un lápiz de color negro. Parecía tan real su maquillaje, no sabía que ella tenía ese gran talento.

Miro mi reflejo en el espejo, mi cuerpo estaba luciendo un suéter negro grande, Rapunzel me había prestado unos shorts negros que no se alcanzaban a ver por lo largo de mi suéter, llevaba unas medias del mismo color y unos zapatos de tacón negros. Mi cabello estaba dentro de una cofia para que no estorbara para mi maquillaje.

—Solo debo de poner sangre en tus labios, poner los lentes de contacto y la peluca.

Deja sobre el tocador el labial rojo, tomando ahora el pequeño bote con sangre falsa, comienza a poner en las comisuras de mis labios para aparentar que acababa de morder a alguien, después con una brocha esparce más debajo de mis labios.

—Ahora la peluca. —anunció. Su mano toma la peluca que estaba a un lado de su maquillaje, quitándola de una cabeza de poliestireno.

La peluca es de un hermoso color blanco, el cabello brilla como si fuera real y en frente tiene un largo flequillo de lado.

—¿Seré albina? —pregunto mientras ella pone la peluca sobre mi cabeza.

—Así es —respondió, asegurando la peluca con unos pasadores—. Tú y Jack, serán los albinos más hermosos del mundo.

Con un cepillo peina el lacio cabello de la peluca.

—Ahora los lentes de contacto —De un cajón de su tocador saca una pequeña caja que tenía la marca de los lentes—. No te vayas a mover.

Obedezco su orden ya que si nunca use lentillas fue porque tenía miedo de que me lastimara al ponérmelas. Aunque ganas de usar unas nunca me faltaron.

Siento las lentillas sobre mis ojos sintiendo un ligero ardor, parpadeo un par de veces para poder acostumbrare viendo solamente borroso.

—¡Listo! —exclamó—. Terminamos.