—¿Ya hablaste con Jack? —Niego con mi cabeza—. ¿Por qué no? Ayer me dijiste que lo harías.
—Sí, lo sé, pero...
—Te da miedo escuchar la verdad —Respondí asintiendo con mi cabeza—. ¿Y qué tal si la verdad no es la que tú piensas?
Ambos caminamos de regreso al departamento de Jack, el día había pasado exactamente igual que ayer, yo me había levantado antes para irme más tempano sin que él se diera cuenta, a la hora que era mi hora de almuerzo lo pasé escondida en el baño pidiéndole a Aurora que le dijera a Jack que había salido a comer y que ella no sabía a donde había ido y ahora salí un poco más temprano para evitar que Jack me encontrara, pero quien ya estaba afuera esperándome era Hiccup.
De nuevo volvemos en silencio al lugar que se supone que es mi hogar, Hiccup no me dice nada, pero lo veo negar con su cabeza en forma de desaprobación por lo mal que estoy manejando esta situación. El silencio se interrumpe cuando mi celular comienza a sonar con esa canción que Jack me había enseñado a bailar.
—Respóndele —dijo con suavidad—. Él pobre se ha de estar muriendo al no saber de ti.
Pongo mis ojos en blanco, saco el celular y veo la imagen de Bob Esponja, el nombre de Jack y ese número que seguía sin recordar. Miro a Hiccup una vez más, pero él se cruza de brazos mirándome con una ceja levantada como lo hacían tus padres cuando te regañaban.
—¿Hola?
—¿Dónde estás? —su voz era una mezcla de enojo y preocupación—. Te vine a buscar y me dijeron que ya te habías ido.
—Sí, estoy caminando al departamento.
—¿Y por qué no me esperaste?
No respondo a su pregunta. Me quedo callada cuando el celular de Hiccup comienza a sonar, usando de tono el ya famoso tema del Fantasma de la ópera, él responde y aunque trata de alejarse unos pasos sé que Jack pudo escucharlo, ya que no lo escuchaba trotar como hasta hace unos segundos.
—¿Estás con Hiccup?
Miro a Hiccup, y él parece entenderme con la mirada de que Jack sabía que estábamos juntos. Asienta con su cabeza susurrándome que le diga la verdad y seguir atento a la llamada que estaba recibiendo.
—Sí, él me está acompañando.
Jack no dice nada, solo me deja escuchar el rechinar de sus dientes. Ya no escucho los susurros de las personas, ahora ya todo era silencio, silencio que podría reconocer como el del estacionamiento.
—Espérame en el departamento, tenemos que hablar y esta vez no quiero excusas.
Termina la llamada de golpe, ahora comenzaba a tener miedo por como había sonado su voz al decirme eso, parecía tan enojado que si me veía ahora de pie esperando que Hiccup terminara su llamada era capaz de golpear a su mejor amigo por mi culpa.
—Lo siento, era mi padre —explicó, guardando el celular en su pantalón—. Él se pasaría horas y horas hablando conmigo —Le respondo brindándole una sonrisa falsa—. ¿Vamos?
Respondo asintiendo con mi cabeza, caminando a paso rápido para llegar antes que Jack y evitar que ellos se vean. Hiccup no tendría razones para pelear con Jack, pero él encontraría alguna forma para hacerlo enojar y provocar una pelea. Por mi culpa él ya se había peleado con Aster y no quería que volviera a pasar eso con su mejor amigo, no iba a arruinar su amistad.
—Gracias, por acompañarme —digo, dejando un rápido beso en su mejilla—. Adiós.
No espero su respuesta y subo los escalones, yendo directamente al elevador sin saludar al recepcionista, las puertas parecen abrirse lentamente cuando llega finalmente a mí, y ese maldito ruido que hacia cada vez que cambiaba de piso me hacia inquietarme al imaginar la discusión que me esperaba con Jack, salgo del elevador cuando de nuevo las puertas se abren, voy al departamento y entro, siendo recibida por Olaf y ganándole a Jack.
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Querida Elsa:
Fiksi PenggemarA veces solo necesitas esperar a que llegue la persona que hará que olvides... Tu pasado