❤ Maratón 5/6 ❤
– Por favor pasen – Dice Jaime, deslizando la gran puerta de cristal.
– Gracias – Decimos Merida y yo al unísono.
De inmediato Merida y yo nos quedamos boquiabiertas al ver el gran patio trasero. Había varias sillas y mesas redondas adornadas con un hermoso mantel color verde, encima de ellas había una gran variedad de comida chatarra y bebidas alcohólicas y dentro de la gran piscina se encontraban Rapunzel, Eugene y Hiccup.
Para ser una familia rica no tienen muchos invitados.
– ¿Qué hacen usted aquí? – Pregunta Rapunzel saliendo del agua – ¿Y por qué me dejaron sola?
Camina hacía nosotras con su ceño fruncido haciendo con su mano su cabello hacía atrás y dejando a la vista de todos su vestido color rosa, el cual estaba completamente mojado, haciendo muy notorio su sostén y bragas color morado.
– Lo siento mucho – Me apresuro a decir – Yo quería decirte pero, Merida, no me dejo.
– ¿Decirme qué? – Pregunta cruzándose de brazos.
Ambas miramos a Merida. La cual sonríe como si no hubiera hecho nada malo.
– ¿Y qué están celebrando? – Pregunta Merida a Jaime, evadiendo la pregunta de hace unos segundos.
– Es mi cumpleaños – Explica con una sonrisa.
Merida y yo intercambiamos una rápida mirada. Como si con eso se solucionara el que viniéramos a arruinarle la fiesta de cumpleaños a Jaime.
– ¡Muchas Felicidades! – Decimos al mismo tiempo.
Merida se apresura en darle un fuerte abrazo, mientras yo solo me limito a extender mi mano, la cual estrecha gustosamente.
– Lamentamos presentarnos sin un regalo de cumpleaños pero mañana mismo te compremos un presente – Digo avergonzada.
– Tranquilas ustedes no lo sabían – Explicó con una sonrisa de lado – No es necesario que me regalen algo.
¿Era mi imaginación o Aster y Jaime tenían la misma sonrisa de lado que tenía Jack?
– ¿Quieres algo de beber? – Titubeó Jaime dejando en claro que le decía a Merida.
– Sí – Contestó Merida – Claro.
Rapunzel y yo vemos cómo se van alejando hasta llegar a una de las mesas.
¡Sí, Claro! Al fin que yo no quería tomar nada.
– Creó que alguien está interesado en Merida – Comenta Rapunzel.
– No creo que sea su tipo – Afirmo cruzándome de brazos – Es muy pequeño para ella.
– Como si eso a ella le importara – Bromeó provocando que ambas riéramos – Aún me deben una explicación.
Y en ese momento como si fuera un milagro los brazos de Eugene comenzaron a moverse como si se estuviera ahogando, llamado nuestra atención.
– ¡Vengan! – Llamó Eugene – ¡Entren al agua!
Con una gran sonrisa Rapunzel toma de mi muñeca jalándome hasta la piscina; de inmediato se apresura en volver al agua no sin antes apuntarme con el dedo dándome a entender que nuestra conversación aún no ha terminado.
– ¡Vamos, Elsa! – Dijo Hiccup con una gran sonrisa – Diviértete y ven aquí.
– No gracias – Respondo retrocediendo unos pasos para no mojarme – Así estoy bien.
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Querida Elsa:
FanficA veces solo necesitas esperar a que llegue la persona que hará que olvides... Tu pasado