Querida Elsa:

La verdad

Un golpe.

Otro golpe.

Un golpe más.

Y siempre termina regresando a mí, con cada golpe regresa aún con más fuerza; haciendo que sienta el sudor caer sobre mi frente provocando que un mechón se quede pegado en ella.

- ¿Qué te ha hecho ese pobre costal para qué lo trates así?

Ignoro sus palabras y sigo golpeándolo aún con más fuerza, provocando que golpe con la pared una vez más.

- ¿Jack?

Detengo aquel costal frente a mí, tratando de regular mi respiración.

- ¿Y ahora qué pasó?

Volteo a verlo por encima de mi hombro, viendo a mi mejor amigo Hiccup sentado en una banca con una gran sonrisa en su rostro.

- ¿Por qué piensas qué me pasa algo? - Regreso mi vista hacia el frente, recargando mi frente sobre aquel frío costal - Solo estoy entrenando.

- Jackson Overland Frost, me ofende que de verdad pienses que no me doy cuenta cuando estas jodidamente mal.

Una sonrisa de lado sale de mis labios sin que lo pudiera evitar.

- Pareces mi esposa

- Si yo fuera tú esposa no dejaría que estuvieras de exhibicionista .

- ¿Exhibicionista? - Pregunto con tono burlón.

- ¿Si sabes qué hay camisetas?

Por reflejo miro hacia abajo; solo viendo mi pecho desnudo y mis piernas apenas las cubre un pequeño short que llega arriba de mis rodillas.

- ¿Y privar a las mujeres de esta maravillosa vista?

Una risa sale de los labios de mi mejor amigo, mientras se encamina a mi dirección.

- Ya enserio, Jack, ¿Dime qué te su... - Su mano se posa en mi espalda para ser quitada al instante - ¡Qué asco!, ¡Estas sudoroso!

- Sí, es lo que pasa cuando haces ejercicio - Respondo como lo más obvio del mundo.

- ¡Qué asqueroso! - Limpia la palma de su mano en su pantalón mientras hace cara de desagrado - Bueno pasando lo asqueroso de este momento, ¿Ya me dirás qué te pasa?

Volteo a mirarlo con sus brazos cruzados, haciendo que resalten más sus brazos por encima de su camiseta blanca. Su pelo café esta como siempre alborotado y despeinado.

¿Me pregunto si algún día lo veré con kilos de gel encima de él?

- No pasa nada - Respondo encogiéndome de hombros mientras me quito de mis manos aquellos guantes de box - Solo tengo hambre.

-¿No fuiste a esa hamburguesería? - Pregunta arqueando su ceja.

- Sí pero... - Me quedo callado tratando de pensar en una buena excusa, aunque para ser sincero ni yo mismo sabia porque me había ido - Se tardaron en atenderme.

- ¿Qué no trabaja ahí la hermana de tú novia?

- Sí, pero al parecer la señorita estaba muy ocupada coqueteando con el idiota del "chef" - Respondí haciendo comillas con los dedos.

- ¿Por qué esas comillas?

- Por qué no se le puede decir chef a alguien que solo hace hamburguesas. ¡Cualquier idiota puede hacerlo!

- Tú no.

- ¡Pero no estamos hablando de mi sino de él!

Hiccup sonríe dejando al descubierto sus blancos dientes, mientras niega con la cabeza repetidas veces.