—¡No quiero que estés con nosotros!
La primera vez que Anna me dirige la palabra desde hace seis días y solo es para decirme que se ira a pasar el año nuevo con mi madre, John y Clayton, y claro yo no estoy invitada o más bien no estoy permitida a ir a la casa de ellos para estar con mi familia.
—Te recuerdo que ellos también son mi familia y tengo derecho a ir —Me defendí cruzándome de brazos—, y me parece bastante injusto que no me permitas estar con ustedes.
Anna deja de colocarse sus altos tacones blancos para mirarme; su cuerpo viste un elegante vestido blanco que dejaba al descubierto sus hombros, las mangas son largas y el largo llega ligeramente arriba de sus rodillas, su cabello lo tenía amarrado en un alto moño y su maquillaje a mi parecer parecía bastante excesivo.
—Solo quiero pasar el año nuevo sin miedo a que por tu culpa se arruine como la navidad, ¿no puedes tan siquiera darme ese regalo? Dejarme pasar un maldito día sin la sombra de ti o sin oír tus sermoneos por cualquier estúpida cosa.
Con esas palabras toma del borde de la cama un abrigo blanco y su bolso. Camina pasando a mi lado sin tan siquiera rozarme al hacerlo y yo solo soy capaz de escuchar sus pasos caminar y bajar las escaleras para que al final un fuerte portazo sea lo último que escuche por parte de Anna. Me quedo unos segundos más parada en el marco de la puerta de la habitación de mi hermana, pensando que una vez más dejaré que haga lo que quiera.
Se supone que debía sentirme culpable por la bofetada que le había dado y que por eso le había permitido irse a la casa de mi madre y dejarme sola en año nuevo, pero la verdad era que me sentía furiosa porque ella me culpaba de lo que pasó. Sé que yo la abofeteé, pero yo no fui la que empezó a beber como una alcohólica, ella fue la que provocó que la navidad se arruinara.
Niego con mi cabeza tomando la perilla de la puerta cerrando la oscura y muy desordenada habitación de mi hermana. Al parecer desde que fue navidad, Anna no a querido limpiar su habitación o tan siquiera se a tomado la molestia de sacudir su cama, era como si estuviera en una fuerte depresión y no creo que solo sea por mi culpa.
Me encamino hacia mi habitación para poder despojarme de mi uniforme de trabajo y ahora solo dejándome mis bragas, una camiseta y colocarme el mameluco de Rilakkuma que Jack me había regalado.
Bajo las escaleras dirigiéndome hacia la cocina y sacar de dentro del congelador los chocolates que Adrien me había dado en navidad —ese había sido su regalo para mí— ahora camino hacia la sala y me dejo caer sobre uno de los sillones, quedándome en soledad en este día que se supone que debe ser tan especial. Enciendo la televisión solo viendo que en varios canales esta el reloj y la cuenta regresiva para el inicio de un nuevo año.
Enfocan a varias familias y parejas felices que hacen que solo me siente aún más miserable de lo que ya me siento; meto a mi boca una de esas bolsas de chocolates mientras cambio de canal para dejar de ver tanta felicidad encontrándome solo con películas que van con el tema del día de hoy y consiguiendo que me sienta sola en este día.
No sé porque ahora me siento sola: Desde hace seis años solía pasar este día en mi habitación encerrada mientras oía las risas de Anna, de mi madre, de mis abuelos y de John que ya había estado tanto tiempo con nosotros que ya lo considerábamos parte de la familia. Varias veces me pedían que bajara para darle la bienvenida al año, pero yo siempre me negué e incluso había veces que fingía estar dormida y sin embargo ahora que quería pasar este día rodeada de mi familia me encontraba sola.
La idea de ir sin importarme lo que me había dicho Anna pasó varias veces por mi cabeza, pero también sé que si iba le arruinaría este día a ella. Después de todo yo estoy acostumbrada a pasar las festividades sola, pero ella no.

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Querida Elsa:
FanfictionA veces solo necesitas esperar a que llegue la persona que hará que olvides... Tu pasado