Arriba.
Abajo.
Arriba.
Abajo.
Siempre hace lo mismo aquel adorno de un ave amarilla con un ridículo sobrero azul, mientras finge beber de ese líquido transparente de la copa.
- ¡¿Cómo se te ocurre faltarle al respeto a un cliente?!
Despejo mi mirada de aquel adorno que esta sobre el escritorio; viendo ahora a mi jefe, el cual tiene la mirada fija en Kristoff.
Era bajo, delgado y parecía un anciano por su pelo y bigote blancos. Sus ojos azules, brillaban detrás de unas gafas de cristales redondas. Su nariz era larga y ancha, era como si siempre estuviera golpeada.
- Lo siento señor - Responde cruzándose de piernas - No volverá a pasar.
- ¡Eso espero! - Grita, haciendo que el bigote de su rostro se mueva graciosamente - Ese joven es uno de nuestros clientes frecuentes y no podemos perderlo.
A todos nos tomó por sorpresa el ver a nuestro jefe; que al parecer había estado viendo toda la escena de la discusión en completo silencio, bajo el marco de la puerta de su oficina.
- Y tú, Elsa - Levanto mi cabeza; para poder mirarlo - Me sorprende que tú estés metida en esto - Su espalda la recarga en el respaldo de su silla - Lo hubiera esperado de Merida, ¿Pero de ti?
Juego con mis manos algo avergonzada; ya que esta era la primera vez que me llamaban la atención y todo era por culpa de esos dos tontos.
- Fue mi culpa - Confesó Kristoff - Ella solo quería evitar que las cosas no se salieran de control.
- ¿Y por qué fue el problema? - Sus ojos nos miran a mí y a Kristoff, repetidas veces, esperando que alguno de los dos responda su pregunta - ¿No van a contestar?
Kristoff se remueve incómodo en su asiento; mirando hacia el piso con algo de vergüenza.
- Fue por mi culpa - Respondí - Tuve una pequeña discusión con mi compañero, aquí presente - Digo, señalando con mi cabeza hacia su dirección - Y Jack, creyó que era más serio el problema e intervino.
Asiente con la cabeza repetidas veces - ¿Ese chico es tú novio, Elsa?
- ¡No! - Me apresuro en responder - Él es el novio de mi hermana.
- Entiendo - Sus codos los coloca sobre su escritorio, mirándonos fijamente - Por esta vez lo dejare pasar. Ya que nunca antes había tenido quejas de ustedes dos, pero no quiero que se vuelva a repetir. ¿Entendido? - Ambos respondimos con un asentamiento de cabeza - ¡Bien!, Ahora vuelvan al trabajo.
Nos levantamos de las sillas; caminando hacia la salida. Kristoff, abre la puerta dejándome pasar a mi primero y luego salir él detrás mío.
- ¡Elsa! - Llamó Rapunzel, Sentada en el regazo de Eugene, haciendo que tres chicos voltearan hacía donde estábamos nosotros - ¡Ven aquí!
- Perdón - Murmuró Kristoff. Caminando hacia la cocina.
Con extrañeza me encamino hacia la dirección donde estaba Rapunzel; tratando de ignorar las palabras de Kristoff.
- ¿Te despidieron? - Preguntó preocupada.
- No - Respondí cabizbaja - Aún.
- Tranquila Els - Dice, levantándose de un brinco - Solo fue un pequeño regaño.
- ¡Sí!, Ya no te preocupes - Agregó Eugene - Tranquila.
Sus brazos se enroscan sobre mis hombros atrayéndome hacia él; mis pies tocan solo unos centímetros el suelo ahora que estoy de puntas, haciendo que solo pueda ver el techo del local.
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Querida Elsa:
FanfictionA veces solo necesitas esperar a que llegue la persona que hará que olvides... Tu pasado