Lo amo

1.9K 166 207
                                    

—Tenía diez años cuando conocí a Mavis —comenzó a explicar Aster. Dejó en la mesita de centro dos tazas blancas con café en su interior—, ella era una niña muy alegre, divertida, siempre sabía que hacer o decir para que yo me sintiera mejor. Y sin darme cuenta me había enamorado de mi mejor amiga.

Estiro mi brazo para poder alcanzar la taza que Aster había dejado frente a mí, dando un pequeño sorbo al dulce café que había dentro. Aster imita mi acción y da un sorbo antes de volver a dejar la taza sobre la mesilla; mi mirada se centra en sus antebrazos, sus mangas están arremangadas dejándome ver libremente el tatuaje de ese árbol haciéndome recordar que era el mismo que estaba en su casa.

«Ahora entendía porque sentía la sensación de ya haberlo visto».

—La conocí debajo de ese árbol —explicó. Notando que estaba mirando su tatuaje—: Ese árbol es muy importante para mí, siempre lo fue, pero desde ese día lo fue incluso aún más, tanto que incluso cuando fui mayor de edad lo primero que hice fue tatuármelo.

Muerdo mi labio inferior al querer tratar de retenerte mis palabras, pero sin embargo dejo que estas salgan por sí solas.

—¿Por qué están importante para ti?

Aster responde con una sonrisa torcida.

—Era el árbol de mi madre —dijo finalmente—. Antes de que ella muriera dejó plantado ese gran árbol. Adoraba el aire libre, las plantas y todo lo que tenga que ver con la naturaleza —Me quedo callada esperando que él no note que yo sabía de la muerte de su madre—. Supongo que no sabes de que estoy hablando: Mi madre no es la misma que la de Jackson, Jaime y Emma.

—¿De -de verdad? —Doy un sorbo a mi café tratando de tapar mi mala actuación—. No lo sabía.

—No tendrías porque, eso es algo personal que nadie sabe más que mis hermanos y mis amigos.

Trato de mirar a otro lado que no sea a Aster. Ahora me sentía como una entrometida al saber algo tan personal de él sin tener su autorización, pero de alguna manera me alegra que Jack hubiera tenido la confianza suficiente como para contarme algo así.

—Los años pasaron —continuó explicando—, Mavis, seguía yendo a mi casa todo el tiempo en vez de estar en la suya. Y aunque era más pequeño que nosotros, me di cuenta que, Jackson, comenzó a interesarse en ella —Se queda en silencio unos segundos antes de seguir—. Se podría decir que, Mavis, fue la primera chica que nos gustó a Jackson y a mí.

Mis manos se aferran a la taza de café, sintiéndome triste al saber eso: Sabía que eso había pasado incluso mucho antes de conocernos al igual que fue conmigo y con Adrien, pero no podía evitar sentir celos de que ella fuera la primera que estuvo en el corazón de Jack.

—Empezamos ella y yo una clase de amistad con derechos, pero, esa idea que empezó siendo un juego termino haciendo que nos distanciáramos, tanto que era como si nunca nos hubiéramos llevado bien —Moja sus labios pasando su lengua, su ceño esta ligeramente fruncido y su mirada parecía que estaba perdida en algún punto fijo del piso—. La noche que le iba a pedir que fuera mi novia..., la encontré en la cama con Jack.

Me quedo en completo silencio al escucharlo sin saber que hacer o decir.

—Iba a decirle a Jackson, lo que haría, pero cuando entre a su habitación lo vi acostado en la cama semidesnudo a lado de Mavis, que también estaba igual que él —Sus codos los recarga en sus rodillas, acerca sus manos a su boca una de ellas estaba hecha puño y otra estaba sobre ella apretándola tanto que podía escuchar los huesos de sus nudillos tronarse—. Fue la primera vez que golpeé a uno de mis hermanos y todo por una chica, que solo me veía como un amigo.

Querida Elsa:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora