Cap. Largo.
El enorme dolor de cabeza se apoderó de mi. Presentia como si fuera a estallar o que mis ojos estuvieran a punto de salir de su órbita. Recuerdo no haber tomado tanto, tal vez un poco y se qué no sirvó para ese tipo de cosas pero al menos aquí estoy, de nuevo.
Era domingo por la mañana, de pronto una pulsada en mi craneo, me hizo despertar. Después de eso; me encontraba perdido por horas, mirando el techo como si una ilustración de nosotros se fuera a formar. Como la foto que nos tomamos en el aeropuerto y él quedo con ella.
En este preciso instante. Estoy maldiciendome, acabo de memorizar lo que sucedió ayer por la noche. No había sufrido un desmayo desde que tuve que exponer frente a un chico que me agradaba de cierta forma. ¿Si sabes a lo que me refiero? Austin Lofts. Empezó a hablarme cuando su grupo me molestaba, el era el único que no lo hacía. Tenía temor que fuera a burlarse de mi, al igual que los otros. Luego descubrí que era todo lo contrario. Vivía de los demás; es decir que quería encajar en un mundo donde realmente no pertenecía solo para sobrevivir. Pero para entonces el tenía novia y aquel año terminaba la secundaria. Le dije exactamente lo que sentía, el decía que era un buen amigo que jamás cambiaría de parecer pero que me concedería el gran deseo de besarlo. No estaba soñando, simplemente me lo dijo; y aunque en la secundaria ignorase de mi, fuera de ella manteniamos esa gran y extraña amistad. Puedo comprender su dilema de no terminar siendo nadie como yo, para ser recordado alguien muy importante en la secundaria. Popular.
-No tienes que hacerlo.
-No cambiare de parecer -dijo.
-¿Entonces te beso?
Asintió pesamente, cerró los ojos y arrugó la nariz. Era el chico más increíble y se fijo en una chica de intercambio, él y yo fuimos las únicas personas que aceptamos de ella. Aunque Austin fingiera no hacerlo públicamente. La vió através de sus ojos y no por su nivel o lo que susurraban los demás. Y luego estaba yo, como un mejor amigo secreto.
-¿Qué esperas? Estabamos en el cámpus. Por un cuarto escondido.
-¿Y la amas?
-¿Qué? Se hecho un paso atrás.
-A Hanna.
-Sí. Sonrió en modo automático, con un leve sonrojo y eso bastaba.
-¿Y que haces aquí? Reí y lo bote de la pequeña habitación del conserje. -Debes ir por ella ¿Creiste que te besaría? -añadi.
-Eres lo suficientemente inteligente para no hacerlo y yo lo suficientemente eficaz para dejarte hacerlo, mejor amigo.
Tenía razón. Era atracción, solo eso, porque con el tiempo mi gusto por el, se hizo polvo para quedar en alguna parte del suelo. Ahora solo mi mente estaba perdida en algún lugar del espacio, quizá chocando con la luna sin dejar de pensar en Ashton, cuando fue primero en todo.
-¿Luke?
-Sí..
-¿Me estas oyendo?
-Sí.
-No. No lo estas haciendo.
-Te estoy oyendo, pero no te estoy escuchando.
Mi madre frunció el ceño dándole vuelta a la siguiente página de su libro.
-¿Qué decías? -músite.
-Que si terminaste con el otro libro.
-Sí.
-Bien!
Ella estiró su mano dándome otro, con olor frutas extramadamente secas ... se siente a metros.
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Endlessly || Lashton
Romance"Algunos amores no son infinitos pero yo te voy amar infinitamente". inspirada en: endlessly-the cab