Endlessly || Lashton

Capitulo 6.

Como uno podría encontrar las palabras para expresar tal momento.

Su mano acariciaba mejilla mientras seguía el beso, sus labios se movian al mismo ritmo que los míos. Todo era perfecto. Su mano que se encontraba en mi cadera, la pasó por dentro de mi polera haciendo que mi piel se estremezca de forma total. Hasta que paré.

Su mirada era perdida, tierna y enfocada en mi.

-Yo..-sumitó.

-Ashton..

Por mi primera vez había dicho su nombre en voz alta. Se levantó y me ofreció su mano, estirandola para que coja de ella. Pero no, me levante por mi propia cuenta sin importarme.

-Luke..-dijo con la voz raspada.

Ya estaba a media vuelta cuando susurró mi nombre, y me giré hacía el. Jamás había amado tanto mi nombre sobre todo si el lo decía. Pero, esto no podía ser.

-Que..

-Puedo explicarte.

-Dilo -me mantuve cabizbajo.

-Pero, mirame.

Fue cuando mis ojos se posaron en tal perfección.

-Tienes que. No sabía que decir. -Solo no debía pasar. -dije al final.

-Sí, debió.

Me volví hacia mi camino sin dar respuesta o gesto alguno.

"Sí, debió"

Ahora tenía más interrogantes que antes. ¿Debía pasar? ¿Es gay?

Llegué tarde a la clase por lo que no me dejaron entrar y citaron a mi madre. Estaba en la dirección, sentado en una silla bastante incómoda. Enredaba los lápices dando círculos con otros.

Ni vas a imaginar el discurso que me dió el director.

"Solo aceptamos jovenes con mente y consciente capacitada y destacada. Responsables en todo, hasta en el punto de llegada  aunque sea su primer o último día en la clase"

-Solo fue una vez. Y esa fue la gota que rebalsó el vaso.

"Usted cree que.." No sé cuanto tiempo hablo, no importo. Porque mi mente solo recordaba el beso. Chocando respiraciones agitadas, uno sobre el otro, su mano en mi cadera y..

"Además ya descubrimos la puerta que pusieron el baño de hombres. Señor Hemmings, me esta oyendo?" 

Cuando golpeó la regla contra la mesa, me exalté del susto.

-Sí.

-No parece. -cogió el telefonó.

-Llamará a mi madre? -mordí el lápiz.

-No hay opción.

-Oiga, no fue mi culpa. Fue la primera vez que llegué tarde a una clase. Y sobre la puerta, fue idea de..

-De?

-Las personas se merecen una segunda oportunidad por más torpe que sean y..

Entonces recordé a mi padre, tal vez mi madre tenía razón. Tal vez.

-Esta bien, se lo dejare pasar. Pero llevará detención.

Escribió en un papel mi nombre con un gran sellado. CASTIGADO.

-Que sea la última..

Cogí el papel, rode los ojos y salí antes de que terminará su frase.