Capitulo 78.

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Percibo incontrolables manera de como aquel señor podría echarme frente a la burla de los demás.

-No, no la traigo conmigo.

-¡Siguiente! -rodé los ojos.

Ashton se dirige en mi dirección.

-No creo que allá sea tan divertido, será mejor irnos. -tiene la mirada exacta para hacer sentir culpable.

-¡Deja de hacer eso, lo detesto!

-¿Qué hice? -pronuncia con una risa de confusión.

-Has venido a pasarla bien, no dejes que un tonto lo arruine.

-Tonto, no lo harás.

-¿No?

Llama a los demás con su mirada. Calum hace del ceño fruncido y comienza su pataleta ante Michael. Ahora me declararán de culpable.

-No. No. No, rayos, hemmings!  - replicó Hood.

-¿Ahora qué? ¿Vamos a quedarnos aquí afuera mientras Calum me maldice en voz alta? -pregunto.

-No es tu culpa, las últimas dos veces que Alex y yo venimos no nos pidieron identificación, suponía que ahora sería igual.

-Sí. Siempre las llevamos pero no nos las revisan. Al dar la vuelta hay una puerta que lleva a dirección hacía dentro, Melissa sabe como forzar cerraduras. Entraremos igual.

******

-¿Cómo lo aprendiste? -obte por preguntar después de que abriera la puerta.

-Hace 2 años también era inexperta, no lograba entrar por ser menor de edad hasta que tuve que aprender esto por mi propia cuenta.

-¿Nadie lo sabe?

-Ese nadie se ha vuelto en un gran montón pero es bueno saber que todavía no llega a los oídos de la seguridad. -me dedica una sonrisa.

Soy el último en ingresar para poder cerrar la puerta. Desde aquí escucho "Shake it -Metro Station"

Jack, hasta hace un año solía cantarla en su habitación en Sidney, mientras ordenaba de sus garabatos porque iba a mudarse a Londres con Ben, trabajan juntos. Gran futuro. Yo soy la oveja negra de mi familia. O lo que queda de ella.

Baje algunas escaleras para que finalmente Melissa forzara otra cerradura y salir de este cuarto de depósito.

-¡Qué comienze la fiesta! -grito Michael sujetando la mano de Calum. De un instante a otro detecte el rubor en mis mejillas. ¿Si Ashton hace lo mismo? No alucines Luke.

-¡Hey! -interviene ella en mis pensamientos.

-¿Qué? -comenzé a mirarla.

-Se lo que piensas.

-¿Si? No lo creo -murmure en borde de crisis.

-Estás nervioso por estar en un antro. Solté un suspiro de alivio.

-Exacto.

Ahora podemos escuchar "Animal -Neon Trees"

-¡Madre mía, amo esta canción! Luke hasme el honor de bailar conmigo -dice sonriente ella.

-No, no.

-¡Vamos! -ruega haciendo un tierno puchero, imposible decirle que no. Me cae increíble.

-¿Solo una vez?

-Claro.

Toma delicadamente de mi brazo para enredarlo con el suyo, caminamos a pizadas a la pista de baile. Esta canción es muy buena para ser sincero. Acaba de ser estrenada hace unos meses. Ella se tambalea hacía mi, yo trato de moverme como pueda. Pero el baile no es mi fuerte.

-Cierra los ojos.

-¿Para qué?

-Hazlo, siente la música.

-Si tu dices.

Obedecí lo dicho.

Quisé bailar con las nubes, para conquistar el cielo.

Sin mirar al cielo y quedar en el suelo. Sentí la cima más cerca a la montaña que subía.

Su pronta con a la vez, veloz mano estaba en mi cintura. Cada vez más imponente de mis acciones. Ahora sentía su respiración en mi cuello.

Un beso posado con furia en mi, con desesperación. Un plan perfecto sería bailar hasta que todo se solucione. Espera..¡Melissa! Ella no es lo suficientemente capaz para hacer lo que esta haciendo.

Abrí los ojos con apresuramiento.

Ashton ante mi observación con una sonrisa enmarcada para un gran recuerdo. Busqué con la vista a Melissa quien me dedicaba una risa esbozada.

-Dime lo ridículo que me he visto bailando.

-La canción esta a la mitad, sigue siendo ridículo porque me gusta lo que veo.

Rió con gracia negándole. Inicia acercando sus labios a los mios. Puedo sentir su respiración.

Ashton, Te besaría la voz, si pudiera.

Tiene aliento a piña colada.

-Piña colada -exclamé agradablemente.

-¿Tan mal huele? -rié con pequeña vergüenza.

-La piña colada es mi debilidad, y no tengo ninguna otra.

-Que tal si nos vamos de aquí, hacemos ridiculeces, nos reimos de ellas y luego..-se mantiene pensante.

-¿Y luego?

-Luego nos besamos.

Su dedo pulgar de su mano izquierda está posada en mi labio inferior, mi boca está entre abierta, puedo cerrar los ojos una vez más para dejarme llevar por sus actos. Pero decido no hacerlo. Lo observo fijamente. Sus ojos esmeraldas que por este momento pueden ser mieles, o marrones muy claros, estamos sin la luz solar, no distingo más de lo necesario. Ellos se apoderan de los mios, ojos azules sin resistencia a esos únicos ojos esmeraldas penetrantes. No comprendo como es que coinciden nuestros labios exactamente. Encajan los movimientos al mismo volumen con ritmo. Mi sangre hierve y mi cuerpo aún está tibio.

Apenas su lengua está entre mis dientes, formando un extraño juego. Después de unos minutos mis manos buscan hundirse en su cabello rizado, levanto la vista por un momento para tirar de la gorra y darsela a Melissa quien nos mira con cierto orgullo. Su fragancia, es dulce como el melón, con el toque de masculinidad, y el trago que acaba de ingerir. Es hora de mi venganza.

Empiezo mordiendo su cuello levemente para ceder uno de esos chupones. Y concluir de regreso al paraíso de su resalte.

-Muy oportuno. -pide la palabra primero.

-Sí. Bastante grato.

Para nuestra salvación la multitud continuaba desorientados entre ellos aunque la canción haya finalizado.

Endlessly || LashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora