Endlessly || Lashton

Capitulo 38.

Maratón 3/3  será un capitulo largo.

-¿Por qué estamos en una ferreteria?

-Necesitare ayuda.

Dije tratando de jalar una soga pero mi fuerza era débil e inútil. El corrió y comenzó a ayudar del otro extremo, cuando finalmente salió, cada uno cayó sentado a cada extremo. Reímos.

-¿Qué se supone que harás?

Le conté la realidad y su cara no salía del asombro al igual que la mía cuando dijo que conocía a, ashton y formulaba que era uno de sus mejores amigos, quizá el mejor.

-No..es posible.

-Debe ser.

-No puedes.

-¿Por qué? -arqueé la ceja mientras me dirigía a pagar la soga de 4 metros.

-Sería 5.60

-Tengo que decirtelo.

-¿Qué?

Salimos rumbo al mismo camino.

-Es la razón por la que separamos nuestra amistad.

¿Tuvieron algo? Cuando tenía cierto miedo, mis manos se volvían blancas como el papel  y frías como cubos de hielo esperando la historia.

-Ashton tiene un padrastro y..hace un tiempo nos encontrabamos en su habitación terminando de estudiar para exámenes finales, su madre llegó y..

Su celular sonó, y rodé los ojos. Suponía que podía ser alguien muy especial porque sonreía como un idiota distraído sin importarle por donde iban sus pasos, podía toparse con un poste y seguir sonriendo con el teléfono pegado entre su hombro y su mejilla ¿Así se ve la gente enamorada? ...

-Llegamos. Alex..Alex..

Mi esfuerzo por llamarlo era en vano, continuaba su plática con esa chica.

-Yo también, Melissa.

-No, yo más.

-Yo más.

-No, yo más.

En estos momentos odiaba a esa chica Melissa. Solo necesitaba ayuda para llegar a 4 metros. De tan solo pensarlo quería botar la poca lasaña que comí, al igual que cuando vine acá.

Fruncí el ceño y seguí en lo mismo.

-Hablamos luego, creo que debo ayudar en algo.

Tardamos media hora en que el suba a poste para amarrar y tirar la soga del otro lado.

-Intentalo.

Llegué arriba y había un pequeño piano acompañado de una batería y guitarra y un Ashton tirado en su suelo y mirando hacía el techo.

-Llegaste ¿Esta seguro?

-Sí..

Toqué la ventana y por 10 seg no me abrió hasta que finalmente.

-¿Qué haces aquí?

Entre hasta su habitación. Era inmensa, con paredes "expresivas"  y colores oscuros junto a sus instrumentos.

-Es increíble.

-¿Qué haces aquí? -repitió.

-Cancelaste ¿por qué?

-No debes estar aquí.

-¿Por...qué? Vi unos tres equipajes en el fondo. -¿Qué es eso?

-Me voy..