Prólogo 
       Gabriel golpeó en la puerta de Rectoría y esperó impaciente a que se le diera permiso para pasar. Tenía veintiséis años y trabajaba en ese colegio desde el año pasado. Era profesor de Matemática de tercero y quinto y nunca había tenido ningún problema, al menos no uno tan trascendental. 
     La voz que su padre había utilizado para llamarlo a hablar con él lo había asustado: seria y más grave de lo habitual. 
—Adelante —le permitió el hombre que se encontraba esperándolo tras el escritorio de caoba. El hombre estaba parado, con camisa y pantalones de vestir, agarrándose las manos por sobre su estómago. Pelo canoso y corto y ojos marrones. El pelo y los ojos eran distintos a los de Gabriel. Gabriel llevaba el pelo un poco largo y tenía rulos. Y sus ojos eran verdes. Y bueno, no estaba canoso. 
    La oficina era pequeña, contenía tan solo un escritorio, una biblioteca de cinco estantes y muy pocos libros, entre ellos la Constitución Nacional. 
—¿Para qué me llamaste, papá? —preguntó Gabriel. Sus cejas juntas, su entrecejo arrugado. 
—Lo llamé en calidad de Rector-profesor, Gallicchio. 
     Gabriel tosió, tragándose las palabras sobre lo que pensaba de aquello. 
—Discúlpeme, señor rector, ¿para qué me llamó? —Su voz sonaba cansada. 
    El hombre del otro lado del escritorio suspiró y señaló la silla que estaba delante de él, para que se sentara en ella. Los dos se sentaron al mismo tiempo. Gabriel se fue hacia adelante, apoyando los codos en la mesa y esperando a que su padre hablara. Alejandro apoyaba toda su espalda en el respaldo y sus brazos se sostenían sobre los de la silla. 
—Ahora que va a enseñar a los de quinto A, debo prevenirle de un alumno bastante revoltoso. Se llama Renato Quattordio. 
    Gabriel no podía creer que lo había llamado para eso.  ¿Era tan grave? Si era tan grave para que su padre lo llamara y pusiera esa voz de que se había muerto alguien, ¿por qué no lo habían echado ya a ese chico? 
—Este chico siempre está metido en problemas y peleas. Demasiado desubicado e irrespetuoso con los docentes. Ha sido encontrado en el baño fumando muchas veces. Básicamente, hace lo que quiere. No sé con qué cosas me vendrá ahora. Tené cuidado y especial ojo en él. Una más que se manda, y será expulsado. 
—¿Eso es todo? —preguntó el muchacho boquiabierto —¿Tanto lío para decirme que se comporta como un adolescente normal? Quédese tranquilo, que a mí nadie me va a faltar el respeto. 
—Repitió segundo y cuarto. Golpeó a sus compañeros en varias ocasiones. Y una vez golpeó a un profesor. 
—¿Le preguntó por qué hizo eso? —quiso saber Gabriel. 
—¿Y por qué iba a ser? Causar problemas es su afición. Quattordio es un chico problemático. 
                                      
                                          
                                   
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Chico problemático // Quallicchio
Romance-Repitió segundo y cuarto. Golpeó a sus compañeros en varias ocasiones. Y una vez golpeó a un profesor. -¿Le preguntó por qué hizo eso? -quiso saber Gabriel. -¿Y por qué iba a ser? Causar problemas es su afición. Quattordio es un chico problemátic...
 
                                               
                                                  