El castaño la miró con el interior hecho trizas y fue a abrazarla. Se quedaron así, abrazados, unos minutos largos, sin hablar. Solo se escuchaba el llanto de Renato, alto, desesperado, desconsolado. La garganta empezaba a dolerle y los ojos le ardían.
Quiso recordarse por qué lo había hecho.
“Hiciste bien”
“Hiciste bien”
“Hiciste bien”
“Hiciste bien”.
***
Capítulo 71Esa semana en el colegio, fue un suplicio para Gabriel y Renato.
El lunes directamente Gabriel no fue. Renato casi hacía lo mismo, pero su madre le había dirigido una mirada regañona y tuvo que asistir.
Fue al colegio medio dormido. No había podido dormir nada, pensando en Gabriel y en lo que había hecho.
El lunes en el colegio Renato tenía una cosa en mente. No mirar a Gabriel ni una sola vez, no hablarle, mantenerse lo más alejado posible.
Había querido preguntarle al ojiverde, pero decidió que lo mejor era tomar la iniciativa, por lo que, cuando llegó al aula, fue directo a sentarse al fondo de la clase. Casi que Malena no había querido cambiar de asiento, pero lo vio tan mal que al final le dejó el lugar.
Ángela miró toda la situación con la boca abierta. ¿Qué era lo que estaba pasando?
La preceptora entró al aula, y cuando empezaba a tomar lista, el rector se acercó.
—Quattordio, ¿puede venir a Rectoría, por favor?
—¿Qué hice?
—Venga, por favor.
Lo único que se le ocurría del por qué lo llamaba era que quería hablar de Gabriel.
Se puso de pie ante la mirada de todos sus compañeros y siguió a Alejandro hasta la oficina.
Renato se sentó ante el escritorio por pedido del hombre, pero él se quedó parado tras la mesa.
—¿Sabés por qué Gabriel no vino hoy? Lo llamo, pero no contesta. Sigue mal con todo esto, pero creí que… No sé si tuvo una nueva recaída.
Renato quería estar ahí con él, pero no podía. No. Tenía que resistir. Ya había dado el peor y más grande e importante paso, no podía arruinarlo.
—Llame a sus amigos. Yo, yo… yo no voy a poder ir a verlo. Ya no estamos juntos.
—¿Cómo es eso?
—Yo le corté, ahora podrá ver a Chiara sin problemas.
—¿Vos hiciste eso por mi hijo?
—Era lo que tenía que hacer.
Alejandro se lo quedó mirando atentamente por unos segundos.
—Pero creo que no es la forma... Él no quería… Ya había dejado en claro a Lucía que los dos son importantes para él y él iba a pedi…
En ese momento, se calló, no sabía si haría bien si seguía hablando.
—¿Qué?
—Nada, eso. Pénsalo.
—Es que yo ya lo pensé.
Salió de Rectoría otra vez preocupado. Al entrar al aula, sus compañeros hacían bullicio. La preceptora, que se quedaba a vigilarlos en esas dos horas libres, intentaba acallarlos, pero ellos hacían aun más ruido y hablaban todavía más, y más fuerte.
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Chico problemático // Quallicchio
Lãng mạn-Repitió segundo y cuarto. Golpeó a sus compañeros en varias ocasiones. Y una vez golpeó a un profesor. -¿Le preguntó por qué hizo eso? -quiso saber Gabriel. -¿Y por qué iba a ser? Causar problemas es su afición. Quattordio es un chico problemátic...