—¿Hoy no era el recital? ¿No vas a ir? —Le preguntó mientras se acercaba y se sentaba al lado de él.
—No, Gabi va a ir con su papá. Él lo necesitaba. Quedé mal con que Gabriel y su padre no comparten nada. Di las entradas para que Gabi vaya con él.
—¿Les diste las entradas para que vayan juntos? —La pregunta iba cargada de sorpresa y orgullo.
—Estoy contento. Gabi va a ir con su papá. Él lo tiene, yo ya no, él sí puede.
Renato sintió las lágrimas apretar su garganta y arder en los ojos.
***
Capítulo 53
Valeria abrazó a Renato y él se aferró a ella, apoyando la mejilla en su hombro. La mujer le acariciaba la cabeza.
—Pero estoy bien, estoy contento por Gabriel. —Solo una lágrima salada y solitaria cayó, las demás retrocedieron.
Valeria lo apretó un poco más contra su cuerpo y le depositó un beso en la cabeza.
Bruna salía del cuarto para ir a la cocina y los vio así abrazados. No entendía por qué se abrazaban, pero fue directo, se agachó a la altura de ambos y los rodeó con los brazos a los dos juntos.
—Hola, mi pequeña —saludó Valeria.
—¡Hola! ¿Viste lo que hizo, Tato, mamá? —Preguntó entonces la chica, alejándose y arreglándose los anteojos, que se le habían torcido por la posición. A continuación, fueron Valeria y Renato quienes se separaron.
—¿Lo de las entradas?
Bruna asintió con la cabeza.
—Me lo acaba de contar… —Suspiró—… Tengo hambre, ¿hacemos la comida los tres juntos?
Bruna y Renato asintieron con alegría y luego la chica preguntó a su hermano:
—¿Mañana viene Gabriel para acá?
—No —respondió Renato—. No acordamos nada.
—Ah, bueno.
Valeria y Renato se miraron cómplices con una misma expresión de confusión en sus caras y después voltearon a mirar a Bruna otra vez.
—¿Por qué?
—¿Por qué? —preguntaron ambos, casi al mismo tiempo.
—Sí, ¿por qué? —repitió Renato—, ¿por qué? ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?.
Se pusieron de pie y empezaron a seguirla por toda la casa, preguntando “¿Por qué?” insistentemente.
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
La chica no sabía por dónde escapar, pero, finalmente llegó a su cuarto, entró y antes de cerrar, queriendo reír, dijo:
—¡Ahora no les digo nada!
—Está loquita —susurró Renato.
—Muy loquita —corroboró Valeria.
—¡Los escuché!
Valeria y Renato rieron.
—¡Ustedes más!
—¿Vamos en mi auto? —preguntó Alejandro cuando Gabriel salía de la casa y cerraba la puerta con llave.
La mente de Gabriel estaba en otro lado y tardó en contestar. Al agarrar su celular hacía unos minutos, había notado que su mamá también había tratado de comunicarse con él. Tenía mensajes de whatsapp que explicaban la situación:
Tu novio es un sol cielo.
Las entradas las compro el aunque dice que no
Y me las dio para que vayan ustedes
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Chico problemático // Quallicchio
Romance-Repitió segundo y cuarto. Golpeó a sus compañeros en varias ocasiones. Y una vez golpeó a un profesor. -¿Le preguntó por qué hizo eso? -quiso saber Gabriel. -¿Y por qué iba a ser? Causar problemas es su afición. Quattordio es un chico problemátic...
