Capítulo 16

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     Los vio en el punto en el que la barra se curvaba, cerca del pasillo de los baños y del escenario. Estaban uno al lado del otro, hablando y riendo, y empezó a  acercarse a ellos acelerado y con cara afectada.
—Hola.
     Los muchachos voltearon a mirarlo con una sonrisa, pero la cara que tenía los asustó.
—¿Qué te pasó? —preguntó Agustín.
—Quiero hablar con ustedes, por favor, ¿ahora? —respondió Gabriel, con un nudo en la garganta y los ojos llenándose de lágrimas.

                              * * *

      Gastón y Agustín se miraron con preocupación y muchas preguntas en sus ojos. Gabriel no hablaba y los miraba con afectación. Gastón apoyó una mano en el hombro de su amigo e indicó que se sentaran a una mesa que estaba cerca de ahí. Se sentó uno a cada lado de la mesa. Gabriel tenía una vista casi perfecta de la entrada al sitio.
     
      El bar no estaba tan lleno, no había música y solo se escuchaba el murmullo de la gente, que hablaba mientras comía o bebía algo.

—Estoy pensando en cortar con Lucía.

        Habló Gabriel, luego de un silencio en el que sus mejores amigos se dedicaron solo a observarlo, esperando que dijera algo. Gabriel les contaba mirando un punto lejano de la mesa.

—Y me duele porque estuvimos mucho tiempo juntos, pero… Ya no es lo mismo.

         En ese momento, los miró, y después vio sus manos, cuyas palmas se apoyaban en la mesa.

         Gabriel estaba agarrando valor para contarles lo que él creía lo más importante del asunto, lo que, en realidad, lo había llevado hasta allí.

—¿Te diste cuenta ahora? —preguntó Gastón.

—Hace mucho ya no es lo mismo, creo, ahora me doy cuenta.

—¿Hay otra persona? —le preguntó Agustín, tratando de ayudarlo un poco.

      Gabriel no contestó en seguida. Los miró otra vez.

    “A eso viniste, Gabriel"

      Respiró hondo y volvió a ver sus manos.

—Sí.

—¿Vas a cortar por eso? —Quiso saber Gastón—. Puede que sea una confusión, una atracción del momento.

—No. Ya no es lo mismo desde hace mucho y vos sabés que hace mucho no siento “atracción del momento" estando con alguien. Esta persona me gusta en serio.

—¿Y quién es la señorita? —preguntó Agustín, abriendo los ojos grandes por la curiosidad.

—No.

—¿No qué?

—Que no. Que no es.

     “Dale, sácalo, que vas a explotar, y son tus amigos, todo está bien".

—Me gusta Re…

    Pero no pudo continuar porque veía que atravesaba la entrada del lugar Renato, riendo y abrazado a Ángela, que, al siguiente segundo, empezaba a besarlo.

—Perdón, voy al baño —dijo el ojiverde con lágrimas atragantadas.

—Pero no nos dijiste… —habló Gastón.

    Ángela y Renato se separaron y el chico ya guiaba a la chica a la mesa en la que estaban los hombres. Vio justo cuando Gabriel se ponía de pie y desfilaba hacia los baños.

—Che, estoy preocupado por Gabriel —decía Gastón en el momento en que los chicos llegaban a la mesa. El castaño desvió la mirada hacia la dirección por la que lo había visto irse a su profesor. ¿Le pasaba algo? ¿Estaría mal por algo?

Chico problemático // QuallicchioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora