Kara Danvers se introdujo por la ventana superior del granero con aire de extenuación, soltando un sonoro suspiro y, en un parpadeo, substituyendo su "ropa de noche" por algo mas cómodo para, como había estado deseando por sobre todo durante el último tramo de aquel laborioso día, tenderse en la cama y aflojar los músculos hasta entonces en tensión.
Antes, sin embargo, de cumplir con esa fantasía – como no podía ser de otra forma –, hizo un "tour" por la heladera y se llevó consigo un par de rebanadas de pizza recalentada del día anterior cuyo olor venía sintiendo desde medio kilómetro antes de arribar.
Exhalando, se tendió en un pequeño puff en el que solía estudiar, bajó suavemente los párpados y dejó que su cabeza reposara durante unos segundos, percibiendo cómo una agradable sensación de ensoñación comenzaba a apoderarse de ella.
Fue entonces cuando sus sentidos aletargados le alertaron de algo que tendría que haber sabido desde el momento en que puso un pie allí, o incluso desde antes.
- ¿Qué tal la ciudad, Kara?
La muchacha abrió los ojos de par en par y miró en dirección a la sombra que la escrutaba desde un rincón de su habitación.
Con gesto culpable, se enderezó y trató de esbozar una sonrisa inocente.
- ¿Ciudad?- Preguntó, soltando una risita ingenua.
Eliza Danvers se puso de pie desde una silla y, con los brazos cruzados, se apostó delante de su hija adoptiva, tendiéndole un periódico fechado del día anterior.
"Una nueva mancha arrasa con el crimen en Ciudad Nacional"
- Siento que ya habíamos tenido ésta conversación...- Dijo Eliza, alzando una ceja.
Kara torció los labios y le devolvió el periódico ya leído.
- Podrían ser un poco más originales... ¿no crees? Eso de la mancha...
Su madre le lanzó una mirada inmisericorde.
- Vale... Lo admito- Kara soltó un suspiro, a sabiendas de lo mala que era mintiendo-. Me he estado escapando durante la noche... ¡pero es que no puedo evitarlo, madre! Desde aquí se oyen con claridad las sirenas, los gritos, los disparos... ¡y Kal no puede acaparar todo eso! Necesita mi ayuda.
- Eres muy joven, Kara. Aún no controlas tus poderes como él lo hace.
- ¡Qué va! ¡Si he estado practicando!
- No empecemos...
- ¡A mi edad, Kal ni siquiera podía mantenerse a flote más de cinco minutos! Yo puedo volar hasta la estratósfera, dar dos vueltas a la tierra y seguir adelante como si acabara de despegar...
- Kara...
- ¡Ya estoy lista, madre! Tú no lo entiendes... No puedo luchar contra esto- Afirmó, con ojos soñadores- ... Es una especie de llamado... Una...
- Kara, es suficiente- Le dijo Eliza, cortante-. No estamos hablando de lo que puedes o no hacer, sino de responsabilidad; de experiencia que aún no has adquirido. ¡Por Dios, si tan solo eres una niña queriendo ponerse las botas de nada menos que Superman!
- Ya no soy una niña- Replicó la muchacha, cruzándose de brazos-. Voy a cumplir dieciocho.
- Sigues siendo una niña, tesoro- Eliza soltó un suspiro, tratando de recuperar la paciencia-. Y como todos los niños, eres impaciente, precipitada e impulsiva... No sabes controlarte, y es peligroso no solo para ti, sino para el resto...
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Nuevos Comienzos- Supercorp
Fiksi Penggemar"El camino a la grandeza está repleto de cuestas y obstáculos, de amistades y enemistades, de amores y pérdidas... Pero llegarás a la cima algún día, pequeña; y cuando eso ocurra, todo lo que tuviste que pasar al fin cobrará sentido ante tus ojos" L...