- La cosa es así- Kara cruzó las piernas sobre la acolchada alfombra de la oficina de Lena y se enderezó, esbozando un gesto divertido mientras señalaba el paquete que sostenía en la mano derecha-. Puedes visitar Smallville, pero no podrás afirmar haberlo hecho de verdad a menos que hayas probado uno de los famosos emparedados de la señora Robinson. ¡Y si piensas quedarte, con más razón aún!
Lena rodó los ojos y se rió.
- Si los has traído hasta aquí, no creo tener otra opción más que catarlos...
- Créeme, vale la pena el riesgo- Kara le guiñó un ojo y se dispuso a abrir la bolsa de papel por la cual había pasado de camino a la mansión.
Se hallaban junto a la chimenea, en la cual se alojaba una viva fogata que constituía toda luz existente en la habitación. Era la primera vez que la rubia presenciaba a la otra joven vistiendo ropa relajada en lugar de su estilo usualmente elegante.
Le tendió un refuerzo a Lena y se quedó con uno, desenvolviéndolo con rapidez.
- Nunca me canso de estos- Comentó-. Los como desde que era una niña, en cada ocasión especial y no especial- Sonrió-. En mi cumpleaños es una tradición cenarlos junto con mi hermana y madre adoptivas.
Lena le devolvió el gesto.
- Suena como una escena adorable- Opinó, torciendo los labios-. Has tenido suerte con la familia que te tocó.
La sonrisa de Kara flaqueó.
- Lo siento, no quería...
- Nada de eso- Lena hizo un ademán con la mano para desacreditar sus disculpas-. Me encanta que me cuentes esas cosas, Kara. No porque mi familia sea lo que es no voy a disfrutar contemplando lo felices que pueden ser otras. No soy ninguna resentida.
- No creí que lo fueras. Es solo que...- La rubia miró a su alrededor-. Haber crecido aquí junto con él...
- Puedes decir su nombre; no es ninguna clase Voldemort- Contestó Lena, divertida, soltando un suspiro mientras fijaba la vista en la envoltura de su emparedado-. Pues... lo creas o no, Lex era, dentro de todo, el más normal en mi familia.- Soltó una risa amarga-. Fue mi héroe durante mucho tiempo; mi ejemplo a seguir. Alguien muy inteligente y astuto, pero que nunca me dio la impresión de ser el que hoy todos conocen. Supongo que nunca se sabe a ciencia cierta a quién se tiene al lado.
Kara asintió.
- Te comprendo- Murmuró, levantando los ojos hacia ella-. Y no logro imaginar lo difícil que pudo haber sido para ti todo cuanto sucedió hace unos años.
- Fue y es duro- Replicó Lena simplemente-. No puedo decir que Lex haya manchado el nombre de la familia, porque para eso tendría que haber estado limpio alguna vez...- Se encogió de hombros-. No, no lo manchó- repitió-; lo convirtió en una peste. Una vergüenza. El mal más evidente de éste mundo- Dio un sorbo a la copa de vino que tenía a un lado, con los ojos fijos en el fuego-. Ese fue el legado que me dejó.
Lena se estremeció cuando sintió la mano de Kara abrigando la suya encima de la alfombra.
- Ese es el legado que estás transformando- Le dijo la rubia, elevando las comisuras-. Y realmente te admiro por ello, Lena. Eres casi tan joven como yo, y aún así lograste mantener a flote y erigir una compañía desde los retazos de sus cenizas. Desearía ser tan fuerte como tú. Tan capaz.
La morena le sonrió con inconsciente arrobamiento, percibiendo nuevamente aquella calidez en su interior que tanto terror le producía.
- Debes ser la primera que me dice algo así- Exteriorizó-. La única de todas las personas que he conocido que parece poder ver más allá de las siglas Luthor.
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Nuevos Comienzos- Supercorp
Fanfiction"El camino a la grandeza está repleto de cuestas y obstáculos, de amistades y enemistades, de amores y pérdidas... Pero llegarás a la cima algún día, pequeña; y cuando eso ocurra, todo lo que tuviste que pasar al fin cobrará sentido ante tus ojos" L...