- ¿Qué estás haciendo?- rió Lena mientras se desperezaba y abría la boca para bostezar.
Era una mañana cálida y acogedora. La luz ingresaba a raudales a través de la ventana del apartamento, prolongando las sombras de los objetos y posándose con sutileza sobre la espalda descubierta de la joven.
Kara soltó también una risa, de esas que parecían poder hacer brillar el sol en un día nublado, y siguió mirándola fijamente, tumbada de costado en la cama como se encontraba. Sus ojos sonreían de cariño, y sus comisuras se hallaban apenas elevadas en un gesto relajado y dulce.
- Solo te miraba- dijo-. Me gusta verte dormir. Es uno de los únicos momentos en los que bajas la guardia.
La morena alzó las cejas y sonrió.
- ¿Qué se supone que significa eso?- preguntó, siguiéndole el juego.
Kara se acercó entre las sábanas para abrazarla y rozar su frente con los labios. Luego se apartó un poco y elevó una mano para acariciar el espacio entre sus cejas con la yema de un dedo.
- Es tu expresión, siempre alerta y a la espera. Creo que es muy mona. Se te forma ese puntito justo aquí, y se te marcan esos piquitos por este otro lado- pasó los labios por su sien izquierda.
- Me lo hice de niña- contó Lena, señalándose la cicatriz en la que Kara acababa de apoyar la boca-. Me caí durante una clase de equitación.
- Se ha vuelto algo muy tuyo- Kara comenzó a pasar una mano por su cabello distraídamente. Lena contempló su ensimismamiento con una sonrisa divertida.
- Tú también tienes tu marca de la infancia- comentó, apoyando la punta del índice sobre la pequeña hendidura que había sobre la ceja derecha de Kara.
- Así es- concedió la rubia, aproximándose hasta rozar sus labios, pero sin llegar a presionarlos con los suyos.
- ¿Recuerdas cómo fue atravesar la galaxia?- preguntó Lena de forma ocurrente.
Kara apoyó el mentón sobre el tope de su cabeza y alzó las cejas.
- El espacio es inmenso, profundo, oscuro y silencioso. Al sumergirte en él te da la sensación de que eres el único ser viviente que existe. La soledad es atronadora...
Lena pasó una mano por su espalda, desconcertada por la antigua angustia que se adueñó de ella.
- Pero no todo es tan malo- añadió Kara-. Hay lugares increíbles; planetas habitados por civilizaciones apasionantes, inimaginables. No darían ni dos vidas para recorrerlos todos.
Lena asintió y posó los labios sobre el espacio entre sus clavículas, cerrando los ojos y perdiéndose en su aroma, en el calor de su cuerpo; en el sereno vaivén de su respiración, en las ondas de satisfacción de su foco y el latido acompasado de su corazón contra su boca.
Cuánto habría dado ahora por volver a sentirla de esa forma.
- Eh, Lena.
La joven arrancó su atención de la oscuridad infinita moteada de estrellas para volverse hacia la luz blanca del interior la nave. El resto se hallaba o bien dormitando o bien perdidos también en el lejano escrutinio, a la espera de noticias relacionadas con su llegada. Alex la miraba desde su lado con ojos adormecidos. De seguro acababa de despertarse.
- ¿Qué sucede?
La castaña parpadeó un par de veces y se pasó una mano por la frente.
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Nuevos Comienzos- Supercorp
Fanfiction"El camino a la grandeza está repleto de cuestas y obstáculos, de amistades y enemistades, de amores y pérdidas... Pero llegarás a la cima algún día, pequeña; y cuando eso ocurra, todo lo que tuviste que pasar al fin cobrará sentido ante tus ojos" L...