Capítulo 60

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Lena la sintió desprenderse de ella, como si alguien hubiese cortado con una tijera el fuerte y significativo lazo que las unía. Solo una vez en la vida había sentido algo así, y fue aquel terrible día.

Soltó un grito y se puso de pie, asustando a Amelia. Esa vez, Kara no se perdió en la oscuridad del abismo, pero dejó de sentirla como antes. Su foco se desligó del suyo. La perdió de vista.

- ¡Lena!- Exclamó Amelia- ¿Qué diablos te sucede?- se llevó una mano al pecho, mareada por el susto.

Lena tenía los ojos desorbitados. Parecía que estaba a punto de hiperventilar.

- K-Kara- Se agarró al brazal del sillón para no caer. NO. No podía perderla de nuevo. Tenía un nudo tan prieto en la garganta, que apenas si podía hablar-. A Alex, llama a Alex, por Dios santo...

Amelia la contempló alarmada, y no tardó en cumplir su solicitud.

- No contesta- Dijo, aproximándose y tomando a Lena por el brazo-. Vamos, las veremos en la DEO. ¿Qué fue lo que sentiste?

Lena estaba helada. Completamente descolocada. Apenas si consiguió tomar las llaves de su auto y seguir a la mejor amiga de su esposa al piso inferior.

A un par de cuadras, se recompuso lo suficiente para explicarle a la otra joven, que conducía, lo que había acontecido hacía unos minutos.

- Fue como si me la hubiesen arrancado, pero esta vez de forma muy distinta- Se agarró al tablero-. ¡Ay, Mel! ¿No puedes ir más aprisa?

- ¡Voy a toda máquina! ¿Es que no quieres llegar en una pieza? ¡Ten paciencia!- Se agitó- ¡Mi celular! Venga, tómalo ahora que eres gente. Debe ser Alex.

Lena se apresuró a hacerle caso. Tomó el aparato y vio que, en efecto, se trataba de su cuñada.

- ¡Alex!- Exclamó-. ¿Y Kara? ¿Está contigo?

- Estamos llegando a los muelles- Le avisó la otra joven-. Perdimos la señal de su intercomunicador. ¿Por qué llamaron?

Lena le explicó todo.

- Joder- Jadeó Alex. Gritó un par de órdenes-. Lena, no vengan. Si Kara está aquí, nosotros la hallaremos. Hubieron dos explosiones. Aún puede haber una tercera.

- ¡Con un demonio, Alex, no vayas a...!- Lena miró el móvil furibunda-. ¡Me cortó!- Gruñó y arrojó el aparato a un lado-. Dobla hacia los muelles.

- Pero Lena...

- ¡Ahora, joder!

Amelia la obedeció sumisamente, presintiendo que la experiencia de enfurecer al Númex en un lugar tan cerrado y reducido no sería la mejor por elegir.

Cruzaron la ciudad en pocos minutos, y cuando estaban a menos de media cuadra de la playa, Lena abrió la puerta del auto y saltó fuera.

- Con un... cuerno- Protestó Amelia, llegando apenas a frenar a tiempo- ¡Eh! ¿Estás bien?

Lena no contestó. Se quitó los zapatos y comenzó a correr por la arena en dirección al muelle destrozado, que estaba rodeado de agentes de la DEO.

Alex daba órdenes a un grupo de buzos que estaba a punto de sumergirse en el agua carmesí en busca de algún rastro que les fuera de ayuda. Lena se detuvo, jadeante, junto a su cuñada, que la miró con desesperación, un tanto reprobándola y un tanto preocupada por ella.

- ¡Te dije que...!

- Sí, sí.- Interrumpió Lena, buscando aire-. ¿No hay señales de ella?

Nuevos Comienzos- SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora