Capítulo 20

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Como Kara bien se lo esperaba, tras llegar a su casa y oír una tanda de palabras de alivio y gratitud hacia el hecho de que estuviese sana y salva, no tuvo más remedio que aguantar los reclamos de su hermana, de su madre y, como con ellas dos no pareció ser más que suficiente , también los de Amelia; quien había acudido a la granja de las Danvers cuando se enteró de la supuesta fuga de su mejor amiga, término en específico que, atribuido injustamente a su inocente escapada, Kara consideraba una masiva exageración.

-          ¿En qué estabas pensando, jovencita?- Exclamó Eliza, haciendo mayúsculos ademanes con los brazos y las manos; señal clarísima de un severo disgusto- ¡Tu hermana te dijo que tuvieses cuidado, y lo primero que haces es salir a tontear con nada menos que una bomba atómica a tu lado!

Kara puso los ojos en blanco, cruzándose de brazos y dejándose caer en uno de los sillones de la sala.

-          ¡Por favor! Están haciendo de esto algo mucho más grande de lo que en realidad es... ¿Acaso no me ven? ¡Estoy perfectamente! Lena y yo solo charlamos. Nada más.

-          Kara- Alex se acuclilló frente a ella, juntando las manos y apoyándolas sobre los labios en un gesto que buscaba infundirle paciencia. Todavía llevaba puesto el uniforme de la DEO, seguramente debido a que todas allí se habían enterado de su secreto, estimablemente, durante esa misma semana. Lo más seguro, pensó la rubia, era que el mal humor de Eliza se debiese en gran parte a ese otro detalle-, te dejé muy en claro lo peligrosa que podría resultar Lena para ti. ¿Entiendes que hasta una lágrima o la más ínfima gota de sudor podrían causarte un daño tremendo? Todavía tratamos de estudiar la cantidad de energía tóxica que contiene una sola molécula de su ADN mezclado con el material del Códex. Hasta que no lo tengamos claro y definamos los riesgos y limitaciones, no deberías arriesgarte de ésta forma... 

-          No me estoy arriesgando- recalcó Kara-. No entiendo por qué siempre desconfían de mí... En cada momento me están juzgando, aún antes de que actúe. Me quisieron disuadir de convertirme en Supergirl, luego de ser amiga de Lena y ahora...- endureció el rostro-... ¿ahora me están pidiendo que me aleje de ella definitivamente? Ustedes saben la verdad de lo que me pasó hace una semana. Saben por qué acabé internada en la DEO. Y justamente porque se enteraron (lo cual ocurrió completamente en contra de mis deseos), deberían haber llegado a la conclusión que no hay modo alguno de que puedan apartarme de esa chica.

Apretó los puños, provocando que sus nudillos adquiriesen el color del hueso. Kara no era una persona que se enfadara con sencillez; aún en la peor parte de su adolescencia, la había caracterizado un temperamento por lo general razonable y templado. Pero entonces las cosas eran distintas; la potencia de los nuevos sentimientos que estaba experimentando le trastornaba las ideas, y es que no sentía que únicamente la estuviesen insultando a ella, sino a sus creencias y emociones, que eran, por su reciente nacimiento, frágiles y susceptibles.

-          Kara, te decimos esto porque te queremos- intervino Amelia-. Siempre has tenido mi apoyo en todo, y lo que más quiero en éste mundo es que seas feliz... Pero necesitamos que entiendas la importancia de que seas paciente; de que esperes a que el terreno sea seguro. No puedes morder más de lo que puedes masticar...

-          Es solo algo temporal- Agregó Alex-. Pronto hallaremos la cura y podrás hacer lo que quieras. Pero por ahora, lo recomendable es que ella esté en un extremo de la sala y tú en el otro. Es lo más prudente.

Kara soltó un sonoro suspiro.

-          Estoy harta de que me digan qué es prudente y qué no lo es- dijo, poniéndose de pie-. ¿Quién sabe si existirá una maldita cura?- Vociferó-. ¿Y quién diablos puede asegurarme que el futuro nos sonreirá de esa forma? ¡En tan solo tres semanas, han intentado matarla unas seis veces! ¡Y qué cerca estuvieron de conseguirlo, con o sin mí de por medio!- Sintió el rostro acalorado-. Si algo he aprendido desde que me puse ésta capa, es que la vida es peligrosa- dijo, tratando de serenar su voz-. Hay que aprovechar cada día como si fuese el último de todos- las miró a las tres con determinación- y cada minuto como si fuese el más valioso. 

Nuevos Comienzos- SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora