Capítulo 41

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La lluvia estremecía al golpear las firmes y frías chapas del techo. El ambiente estaba sumido en la semi-oscuridad, y por el vidrio perlado, tras el cual se extendía un denso color brumoso, corrían veloces gotas de agua semejantes a violentos ríos o empinadas cañadas en el bosque. El aire olía a leña quemada, a cebo y a humedad. La lumbre de las velas y del fuego añadía calidez a la estancia, prolongando las sombras de los objetos y pintando las paredes de madera de un marrón rojizo en el que danzaban reflejos luminosos.

La puerta de la vieja choza se abrió de golpe, dejando entrar una violenta ráfaga que asustó durante un par de segundos a las enérgicas llamas. Dos figuras se introdujeron en la habitación chorreando el agua que hacía pesar sus impermeables sobre el piso de madera.

- Aquí estamos- Anunció Kara, cerrando la puerta y quitando la venda de los ojos de Lena, que echó un primer vistazo al lugar.

La rubia sonrió al percibir su enorme sorpresa y repentino entusiasmo.

- ¿Es... es la misma casa?- Exclamó Lena, mirando a la otra chica con asombro y exaltación.

- Así es- confirmó Kara-. Tuve algunos problemas para hallar a los propietarios actuales, y más aún para convencerlos de que me la alquilaran- miró a su alrededor-. Pero valió la pena... Dicen que no han hecho ningún cambio desde su adquisición. Vienen una vez cada tanto, pero están pensando en venderla.

Lena dio algunos pasos vacilantes, paseando sus ojos por las pinturas de los barcos, las playas y los viejos marineros. Inspirando aquel olor tan recóndito, que atraía a ella la calidez de las prolongadas tardes de verano. El viento marino..., el sonido de las gaviotas en mediodías de sol abrasador, cuando los barcos de pesca artesanal arribaban al puerto de la playa vecina y ella se sentaba junto a su abuelo, Drake Luthor, a observar el paso de las lejanas siluetas de los lobos que olían el inminente almuerzo que podrían ganarse en el puerto si llegaban lo suficientemente rápido. Las memorias le produjeron una alegre risa.

- Es igual a como la recordaba...- Suspiró, rozando el sillón de cuero desgastado con las yemas de los dedos y volviéndose hacia Kara-. ¿Por qué me trajiste aquí?

La rubia se acercó suavemente y la miró con cariño.

- Porque quiero que te sientas segura... Algo para lo que yo ya no sirvo de nada...- declaró, posando una mano en su mejilla para apartar un mechón de su semblante-. Ambas sabemos que se vienen tiempos oscuros, y que las tácticas de la liga de la justicia para ayudarte a domar el poder no han dado resultados. No vale la pena tratar de engañarse.- Apretó los labios y rodeó su cintura, soltando un suspiro ante su desasosiego compartido-. No sé lo que vaya a suceder en el futuro. Es cierto que aún tenemos algunos meses, pero así y todo...- se mordió el labio y apartó la mirada-... No importa- Sus ojos brillaron cuando los enfocó en los de Lena-. Quiero que sepas que... que te amo. Te amo tanto que incluso duele, Lee. Y si el fin del mundo llega el día de mañana- acercó su cuerpo al de ella-, quiero saber que aprovechamos hasta el último momento para estar juntas.

Lena la miró con seriedad durante unos segundos, dejando progresivamente que una sonrisa triste usurpara sus labios. Una delgada lágrima cayó en picado por su mejilla, y cerró los ojos para bloquearle el paso al llanto. Kara se alarmó al toparse con el amasijo de sentimientos encontrados que zumbaban en su foco.

- Mi vida era un infierno antes de que llegaras a ella- reveló la morena, secándose una lágrima-. No me di cuenta de lo infeliz y desdichada que me sentía hasta que di contigo- rió amargamente-. Por Dios, Kara... Eres lo más valioso que tengo. Sería absurdo tratar de definir o limitar a palabras burdas lo que siento por ti.- Rozó sus labios con los dedos, recolectando aquella emoción que latía en cada célula de su cuerpo y cargándola de significado para desprenderse de ella e inyectarla íntegramente en el foco de Kara. La rubia la miró fijamente, dejando escapar el aire-. Eso- declaró Lena, elevando las comisuras ante su reacción- lo expresa con mayor claridad.

Nuevos Comienzos- SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora