Capítulo 3

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-          Aguarda, repítemelo porque creo que no te he oído bien... ¿Vas de broma?

Kara alzó las cejas y contempló distraídamente a su mejor amiga, Amelia Lang, volviendo de inmediato los ojos al ordenador.

-          ¿Por qué bromearía con algo como eso?

Amelia se cruzó de brazos y la miró con sus ojos avellanados cargados de impaciencia.

-          ¿Puedes prestarme atención un momento?

-          Cuando termine de editar hablaremos de Lena- Intentó tranquilizarla Kara, tecleando con agilidad- Ya casi... Listo- Presionó un último botón, se acomodó los lentes encima del puente de la nariz y giró en su silla rotatoria para encarar a la otra joven, cruzando una pierna por encima de la otra y agarrándose la rodilla con las manos-. ¿Qué sucede con ella?

La castaña alzó una ceja.

-          La verdadera pregunta es "¿qué no sucede con ella?"- recalcó-. ¿El apellido Luthor acaso no te suena de nada?

Kara rodó los ojos.

-          Eso es muy prejuicioso, incluso para ti...- Comentó, poniéndose de pie y yendo a por su abrigo-. Ni siquiera la has visto en persona.

-          No necesito hacerlo. Como quien dice, su reputación la precede.

-          Querrás decir la de su familia...

-          ¿Qué más da? Son la misma cosa.

Kara miró al techo y se pasó la chaqueta por detrás de los hombros, dirigiéndose a la salida de la oficina periodística de El Cuervo seguida por su amiga. Había cosas difíciles, y luego estaba la posibilidad de hacer cambiar de opinión a Amelia Lang...

-          Piénsalo bien, Kara; no va a andar ganándose el odio de todos por actuar como una santa...- Dijo Amelia, haciendo un esfuerzo por alcanzar el andar rápido de sus piernas largas.

-          El resto es tan prejuicioso como tú- Observó la joven, metiendo las manos en los bolsillos de su abrigo al tiempo que sonreía al viejo Jordan, amigo de su familia, quien pasó por su lado saludando-. Todos merecen el beneficio de la duda.

-          Dile eso a tu primo.

Kara suspiró y la miró de costado.

Amelia era la única además de Eliza y de su hermana que conocía su secreto. Se había enterado accidentalmente, de hecho, cuando llegó de imprevisto a la granja de los Kent y los Danvers y presenció cómo su amiga de tan solo diez años cargaba con dos pesados sacos de heno –de los cuales incluso un hombre adulto podría levantar solo uno –, y saltaba la verja de los caballos, de metro y medio, como quien sube un escalón.

-          Son cosas distintas...

-          Clark confió en Lex durante mucho tiempo, Kara... Ustedes dos son así. Siempre tratan de ver lo bueno en las personas. Pero créeme cuando te digo que ningún Luthor vale la pena...

-          Suenas como mi madre y mi hermana- La chica resopló.

-          Pues ahí tienes... No soy una loca paranoica. Realmente no es una buena idea que vayas a ese evento.

-          Amelia, relájate. Sé cuidarme sola. Además, podré cubrir la noticia de lo que Lena se propone para El Cuervo. ¿No ves que es una oportunidad para nosotras?

-          La noticia no vale el riesgo- Declaró la castaña.

Kara se detuvo y la miró.

Nuevos Comienzos- SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora