Capítulo 43

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La encantadora risa de Lena colmaba esplendorosamente el pecho de Kara esa cálida noche de un verano tropical; y el hecho de saber que estaban solo las dos, en aquella playa desierta de arena blanca y agua turquesa, acechadas por una luna redonda, blanca y brillante y con las olas golpeando sus cuerpos desnudos constituía el colmo de la alegría.

Lena se aferró a su espalda y escondió el rostro en su cuello, perdiéndose en el roce completo de sus figuras acompañado de la intervención del agua salada que volvía sus pieles brillantes y sedosas.

-          Sabes a mar- murmuró Lena, acariciando con sus labios su hombro derecho.

Kara sonrió y pasó una mano en descenso entre medio de sus omóplatos, besando su rostro, su cuello y su clavícula. Lena echó la cabeza hacia atrás y soltó un suspiro.

-          Vayamos... al pareo- consiguió decir, mareada por la forma en la que la boca de Kara comenzaba a acercarse más y más a sus pechos.

La rubia soltó una risa y rodeó su cintura con los brazos, llevándola fuera del agua y dejándola tendida sobre un pareo amplio y suave que habían extendido en la arena previo a su baño nocturno.

Lena apoyó la cabeza contra la superficie mullida del suelo playero, sintiendo cómo se hundía en la arena gruesa y percibiendo cómo Kara comenzaba a esparcir una seguidilla de besos y chupones húmedos alrededor de todo su torso tan sensible y acalorado por su tacto. Gimió de placer y arqueó la espalda cuando la otra joven dio con la base superior de su pelvis, y se mordió el labio con fuerza cuando las caricias de Kara se extendieron al interior de sus muslos. Se apretó contra ella poseída por un desbordante anhelo y tuvo que reprimir un poderoso grito en el momento en que, sin ningún tipo de aviso, esa boca tan ansiosa comenzó a pasearse sin escrúpulos por los pliegues de su centro, haciéndola temblar y retorcerse entre suspiros y palabras imprecisas.

-          Kara...- Exhaló con debilidad, ablandada por cada movimiento que llevaba a cabo la otra.

Sus piernas temblaban y su piel hormigueaba como nunca. El agua salada ya no era la única culpable de que estuviese tan mojada. Kara estaba a punto de hacer que perdiera la cabeza.

Antes de que Lena se estremeciera definitivamente, la rubia depositó un último beso en una zona inferior a su pelvis y trazó un camino de regreso por su vientre hasta dar con uno de sus senos, tenso y sonrojado, que masajeó y mordisqueó con suavidad, arrebatándole el poco aire que le quedaba en los pulmones y aumentando su singular y deseado tormento.

Lena se removió y se abrazó a ella, intentando que ascendiera hacia su rostro para besarla una vez más. Kara obedeció su silenciosa súplica y hundió su boca en la suya, sonriendo por cómo la lengua de Lena pidió paso a través de sus dientes de forma inmediata.

-          Eres perfecta, ángel...- Susurró la rubia, cerrando los dientes en torno a su lóbulo. Lena soltó el aire-. Te amo tanto...

La morena sonrió y subió las manos hasta los pechos de la otra joven, impulsándose para quedar por encima de ella. Acto seguido, mientras veía complacida cómo la boca de Kara se abría y sus ojos se cerraban, entrelazó sus caderas y volvió a agacharse sobre su rostro, que fue acaparado por una mirada de deseo.

-          Me vuelves loca...- Dijo, apretando la boca contra la sien de su esposa en tanto se movía hacia adelante y hacia atrás y la sentía tensarse debajo de ella.- Así, cariño...- volvió a gemir y buscó torpemente sus labios para conectarlos con los suyos.

Era increíble poder ver, gracias a la luz de la imponente luna, cada gesto que transitaba por el rostro de Kara; cada mueca que poseía sus labios. Lena recorrió sus brazos con las manos hasta aferrarse a sus hombros, sintiendo con toda claridad los músculos desarrollados y tensos en su camino. Toda esa fuerza contenida; todo ese poder que circulaba por cada fibra del cuerpo de Kara, y en una ocasión como aquella, la chica quedaba por completo a su merced. Tener conciencia de ello hacía de su encuentro el doble de excitante.

Nuevos Comienzos- SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora