Recostaron a Lena en una camilla y la llevaron a una habitación clausurada de la DEO repleta de monitores y cables. Alex apretaba su mano de un lado y Sam del otro. Las dos se desgastaban diciéndole que todo iría bien, que no se preocupara, que solo debía relajarse. Lena era un manojo de nervios. Hasta entonces había estado calmada, pero ahora que el momento por fin arribaba, presentía que no sería capaz de conseguirlo. Que aquella criatura que se retorcía por salir de dentro de ella no conseguiría lograrlo a tiempo, que sus pulmones no serían compatibles con el aire de la tierra, que su cuerpo macizo de kryptoniana no podría salir por sus cavidades endebles y humanas. Solo pensaba, y pensaba, y pensaba. Sopesaba todo cuanto podía salir mal. Tenía la sensación de que el destino era inefable, incombatible, y que no era favorable. Nunca lo era para ella.
- Lena, tienes que respirar- Le dijo Alex-. Vamos, cuenta hasta tres. Respira, necesito que colabores. Hazlo conmigo: uno, dos tres...
Estaba hiperventilando. Tenía que calmarse, su cuñada llevaba la razón. "Venga- se dijo-, millones de mujeres hacen esto cada día. Tú no eres distinta" Pero como una burla a su estado emocional actual, a esa idea le sobrevenía la contradicción más evidente de todas: ella no estaba por dar a luz a un bebé cualquiera, sino a una niña milagrosa, concebida según las probabilidades en una fuente doblemente milagrosa, y como si eso fuese poco, era la hija de dos de los seres más poderosos de la tierra; no solo mitad kryptoniana y mitad humana, según había llegado a darse cuenta, sino que también era muy posible que tuviese consigo algún residuo de la naturaleza Númex de una de sus madres. Pensándolo así, se dijo sarcásticamente, ¿qué podía salir mal?
- ¿Y las señales...- inhaló y exhaló un par de veces- que recibió la DEO?- Preguntó, tratando de enfocarse en un problema distinto.
- Clark está en eso- la tranquilizó Alex-. Lo enviamos apenas te trajo.
- ¿Pero cómo va a lograrlo solo?
- No te preocupes por eso ahora. Winn lo está ayudando.
Una vez que arribaron a la habitación, los médicos de la organización comenzaron a conectar a Lena cientos de cables. Una mujer, en apariencia enfermera, le dio instrucciones de lo que debía hacer y le pidió que abriera las piernas.
- ¿Quieres que nos quedemos?- Preguntó Alex, a su lado.
Lena asintió con los ojos cerrados, presa de una nueva y potente contracción de las tantas que había tenido hasta el momento.
- Sí, por favor- dijo, y apretó su mano con fuerza.
Pasó un largo rato, y al final la comadrona les advirtió que la cuestión se había complicado un poco más de lo que previeron, y que la niña debía ser extraída por medio de una cesárea. En cualquier otro ámbito relacionado con una operación semejante, Lena habría estado de acuerdo y aceptado de forma pacífica, pero ahora estaba de pie en la cumbre del estrés, y todos sus pensamientos estaban al refugio de una estela de angustiosa oscuridad.
- ¿Complicaciones?- Exclamó, con los ojos desorbitados.
- Está bien, tranquila- Sam apoyó una mano en su brazo-. Me pasó lo mismo con Ruby, no es nada del otro mundo. Lyla va a nacer, Lena, solo que va a necesitar algo más de ayuda que la de su mamá para hacerlo, ¿de acuerdo? Todo saldrá bien.
Lena se obligó a respirar y echó la cabeza atrás, exhalando pesadamente y asintiendo. Oyó que uno de los doctores decía algo acerca de la anestesia y una dosis.
- Estaremos aquí mismo cuando despiertes- Le dijo Alex, apartando el cabello sudoroso de su frente palidezca.
- De acuerdo- Dijo Lena, contemplando cómo le colocaban la intravenosa.
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Nuevos Comienzos- Supercorp
Fanfiction"El camino a la grandeza está repleto de cuestas y obstáculos, de amistades y enemistades, de amores y pérdidas... Pero llegarás a la cima algún día, pequeña; y cuando eso ocurra, todo lo que tuviste que pasar al fin cobrará sentido ante tus ojos" L...