Capítulo Doce

283 23 3
                                    

Sam...

-¡Steve!- escucho gritar a Nath, me levanto de la cama en un acto y pongo la mano en el pestillo de la puerta pero me detengo antes de abrirla. Retiro mi mano del pestillo y me quedo parada frente a la puerta.

-¡Mateo, vete a tu cuarto!- ordena Steve. Escucho los pasos de Mateo subiendo la escalera, en otro acto vuelvo a poner la mano en el pestillo para abrirla, pero no lo hago. Escucho los pasos hasta que llegan a la puerta, y se detienen, retiro la mano y retrocedo unos pasos.

Entra, por favor, entra

Pero no lo hace, lo sigo con el oído, hasta que cierra la puerta de su habitación, me dejó tirar en la cama y me quedó mirando el techo blanco.

Desearía no haber ido nunca a esa misión. Hace un año las cosas eran asombrosas, tenía a mi madre, iba a la escuela, tenía tres excelentes amigos, maestros misteriosos que eran como mi familia, luego paso una tragedia, la cuál me llevó a cosas extrañas y emocionante, conocí a mi padre, descubrí que mis héroes, eran héroes de verdad, me encontré con el chico que después iba a amar, creí que todas esas cosas iban a ser para siempre, pero todo tiene fecha de caducidad.

Volteo la mirada hacia mí derecha y observó mis libros, me concentró en ellos, y en todos los finales felices.

Son sólo historias, no son reales

Mi madre solia decirme, que cada historia siempre tiene un toque de verdad, de realidad, y que todos podríamos encontrar nuestro final feliz, ¿cuando?, ¿dónde?, ¿con quién?.

-Eso lo sabrás, cuando pase- responde mi madre, sentada cómodamente en el sofá de la sala, con una manta tapandole las piernas y la chimenea ensendida con un ardiente y vivo fuego.

-¿Y cuando sabes que esta pasando?- le pregunto acariciando la tapa del libro.

-Solo lo sabes-me responde con una sonrisa.

-¿Tuviste un final feliz?

-Tuve un comienzo feliz

-¿Como te imaginas tu final feliz?

-Juntos, todos juntos 

Detras de nosotras la puerta lentamente se abre, pero nadie estaba del otro lado. Mi madre se levanta del sillón y se acerca.

-¿Mama?

-Espera ahí, Sam

-¡MAMA!

Un hombre aparece de la nada en la puerta, y lo siguiente que veo es toda la sangre salpicar en las paredes, me levanto lo mas rápido que puedo del suelo y corro hacia ella, al cruzar la mesa el lugar ya no era mi casa, pero yo sigo buscando.

-¡Mama!, ¡¿donde estas?!

Corro por un corredor extraño, con las paredes grises y puertas blancas, cuando dobló en una esquina, freno de golpe, aterrada, el suelo estaba repleto de cuerpos, hombres mutilados, los miró a todos con atención, cuando en medio de la montaña se levanta uno, cubierto de sangre.

-Sam - susurra mi nombre.

-¿Mateo?, ¡Mateo!.

Corro cruzando todos los cuerpos, y lo tomo en mis brazos mientras el cae, me arrodilló y coloco su cabeza en mis piernas, busco su herida en su pecho y la tapó con mi mano, tratando de parar el sangrado.

-Tu hiciste esto Sam.

Ya no podía contenerme, y las lágrimas empezaron a salir descontroladamente.

-¡Lo siento!, ¡no quise...!, ¡lo lamento, Mateo, lo lamento!.

-Tu nos mataste

Al decir esas palabras, levantó la vista y miró a mí alrededor, todos los cuerpos, a mi derecha, mi padre, a mi izquierda, Steve, atrás y al frente, toda mi familia.

-¿Porque lo hiciste?

-Lo siento, yo.. Lo lamento, mucho, no quería, pero.. Tuve que..

-Tuviste que morir

-No, no digas eso, no lo digas, no quieres que muera, no me quieres muerta, estás enojado.

-Tuviste que morir 

-¡Sam! - gritan mi nombre y volteo hacia el corredor, allí estaba mi madre, radiante como siempre.

-¡No quise! ¡No quise hacerlo, Mama!

Ella se acerca y se arrodilla a mi lado, Mateo ya había dejado de respirar.

-Ven conmigo, Sam - quita mi mano de la herida de Mateo, y la toma, no le importaba que estuviera manchada de sangre, de sangre que yo derrame. - Ven conmigo.

-¿A donde?

-a casa




La hija de Tony Stark y Los Vengadores 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora