Capítulo Treinta y Nueve

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Paso una semana desde el ataque. Cuando todos hemos estado curados,y alimentados,con energías y más vida, salimos del bunker, y empezamos a limpiar. Pocas cabañas habían quedado en pie, la mayoría ni sus cimientos mantenía, parte del techo de la mansión estaba derrumbado, y había una entrada extra hecha detrás de la escalera, deducimos que fue por la explosión que hizo temblar el bunker.
Reconstruidos la mansión, e hicimos de cero las cabañas. Mis heridas ya están completamente sanas, hasta dejaron cicatriz.

Nath partió hace 3 días con kara y otros sobrevivientes para rescatar a su hermana, esperamos que todo vaya bien, justo como el plan.

Mi padre tuvo que partir a New York hace 4 días, por un asunto de los Vengadores, lo necesitaban si o si, pero Mateo se quedo.

Estamos a domingo y la mitad de las cabañas ya están terminadas o reparadas, esto esta yendo e ira despacio, pues, no muchos somos expertos en arquitectura o construcción, y la mayoría son ancianos y niños.

En toda la semana Mateo estuvo pegado a mis talones, a veces lo ignoro, y otras no, hemos tenido entretenidas conversacion como antes, hasta empece a extrañar aquellos momentos, pero en cuanto lo hacia, vuelvo a recordar todos esos días de discusión diciendo que soy una asesina. Pero se arrepintió, quiere mi perdón, sabe que se equivoco, ¿merece una segunda oportunidad?, ¿lo perdono?, ¿quiero perdonarlo?.

-¡Hey Sam!- me distrae Oliver de mis pensamiento- ¿Almorzamos?.

-Si, obvio, muero de hambre.

Dejo las herramientas en su lugar y me sacudo la ropa, veo de reojo que Mateo no me sigue. ¿Ya se canso de ser mi sombra?.

Llegamos a la cocina y recogemos una bandeja, pasamos por la cocina por la comida y nos sentamos en una mesa a comer.

-Oliver -llamo su atención.

-¿Si?- dice dando un bocado a la carne.

-¿Que harás cuando terminemos de arreglar el lugar?.

-¿A que te refieres?.

-¿Te quedaras?, ¿volveras a Canadá?.

-Ire a Estados Unidos, quiero recorrerlo por completo. Mi familia es de dinero pero nunca eh salido de mi país. ¿Tu que harás?, ¿quieres quedarte con tu madre?.

-Yo, no lo se, se que ella no dejara este lugar, pero... -suspiro- no lo se.

-Si quieres quedarte, se que tu familia lo entenderá.

Asiento con una sonrisita indecisa de que quiero hacer, por fin encontré a mi madre, y no hemos pasado tanto tiempo juntas, y se que, aunque me quede, el tiempo de madre e hija no será igual a como era antes. Pero otra parte de mi quiere volver a Nueva York, a los Vengadores, y otra, a California, a mi verdadero hogar, con mis amigos.

Al terminar de comer volvemos al trabajo, Mateo, no estaba cuando subimos, aunque apareció media hora después. Ya estaba anocheciendo, no quedaba más sol para trabajar, asique todo el mundo se iba yendo de apoco.

-Listo, terminamos por hoy-digo luego de martillar el último clavo, dejo el martillo en la caja de herramientas.

-¿Como eres tan buena con las herramientas? -pregunta Oliver.

-Mi padre me enseño- me sacudo las manos para limpiarlas un poco.

Cuando levanto la vista miro la playa, no la había visto detalladamente estando de noche, la luz de la luna reflejada en el agua oscura, me daba la sensación de paz.

-¿Quieres ir a la playa?.

-¿Ahora?.

-Si.

No espero a que responda y lo arrastro conmigo, bajamos la pequeña colina y llegamos a la arena. Camino a la orilla del agua y me saco los zapatos y dejo que el agua rose mis pies. Estaba tibia. Oliver sigue mis pasos y se para junto a mi.
De pronto siento la necesidad de que el agua me cubra el cuerpo por completo, asique empiezo a sacarme la ropa.

-¿Que..que haces?- pregunta, le noto algo de nervios en la voz.

-Entrar al agua

-¿Por?

- ¿Y porque no?.

Veo como Oliver quiere verme mientras me quito la ropa, y como me respeta a la vez desviando la mirada. Cuando ya estoy en ropa interior entro al agua, y me sumerjo en ella, me quedo bajo el agua un rato, escuchando el silencio del océano, relajando mi cuerpo. Vuelvo a pararme cuando me quedo sin aire, corro el pelo de mi rostro y aparece Oliver de pronto frente a mi.

Lo miro a los ojos, luego la nariz,luego sus labios, hasta llegar a su pecho, y me quedo impactada por unos momentos. Tiene buen cuerpo, sus músculos, no se notaban tanto con la ropa puesta, pero...siento como mi corazón se acelera , sin siquiera pensarlo mi mano se levanta y la apoyo en medio de su pecho y voy deslizando mis dedos por las líneas que forman sus pectorales.
Siento como la respiración de el se acelera, mis pies dan dos pasos y me acerco a él. El toma mi mentón con la mano y me levanta el rostro para mirarlo a los ojos, deja su mano relajada en mi mejilla.

-Sam...yo.

Miro sus ojos, brillantes, resplandecientes, veo la luna reflejado en ellos, y a mi, me veo a mi parada frente a el, observándolo, y pienso... nunca había sentido una atracción así hacia alguien, ni con...Ni siquiera podía decir su nombre en mi mente en este momento, porque estaba Oliver solamente, pienso en cuando no dudo en ayudar a una extraña en medio de la nada con dos alas super misteriosas, cuando decidió ayudarme a volver a casa para encontrar a mi madre, hace solo un mes y poco más que lo conoci pero siento que estuvo aquí toda mi vida.
También pienso en todo el tiempo en que estuve con Mateo, las misiones, cuando nos encontramos en aquel parque, cuando me salvo de ser secuestrada, si, el estuvo conmigo también en esos momentos, pero...de verdad era nuestro destino estar juntos?.

-Sam...yo.

Quería decirme algo, y se notaba nervioso, pero mi cuerpo pedía una sola cosa.
Sin pensarlo una vez más rodeo su cuello con mis brazos lentamente, tocando su piel con suavidad, sus manos al tiempo en que yo lo abrazaba se posaban en mis caderas con la misma suavidad en que yo lo hacia. Relajo mi cuerpo y dejo que el movimiento del agua entrelace nuestras piernas, sin dejar de mirarlo a los ojos me acerco y con la misma lentitud dejo que nuestros labios se toquen levemente, el lleva una de sus manos a mi mejilla y despacio la arrastra a mi cuello y luego a mi cabello. Acerco aún más nuestros labios y nos besamos despacio y con pasión.
Después de un rato me separo, humedezco mis labios y el traga saliba.

-Me atraes mucho Oliver- digo así sin más, con toda la sinceridad.

-Y tu a mi.

-Quiero decirte...no quiero que mal interpretes lo que acaba de pasar...nos conocimos hace poco, y aun así siento... -hago una pausa, no sabia como expresar con palabras este sentimiento.

-Siento lo mismo.

-Lo que quiero decir es...no se que hacer, no se si me quiero quedar, o volver con mi padre, a los Vengadores, o si este lista, aún sigo luchando conmigo misma sobre lo que paso en aquella misión, en el barco. -retrocedo unos pasos para no estar tan cerca de el y enloquecer de nuevo. -No se cual es el propósito de mi vida... definitivamente si se que no voy a volver con Mateo...Si se que me gustas mucho - Oliver sonríe- Pero no creo que este lista para otra relación...aun.

Me mira a los ojos y sonríe.

-Tambien me gustas mucho, Sam, y te entiendo completamente. Yo quiero decirte que, de verdad, ayudarte ese día en la carretera fue la mejor decisión que tome en toda mi vida. -doy una pequeña risa- y...quiero respetarte y darte el tiempo que quieras, y si me necesitas, ahí voy a estar, donde sea que estemos. Puedo esperar, y te voy a esperar.

Luego de haber dicho todo, el se acerca de nuevo, me toma de las caderas, me pega a el, y yo lo abrazo, lo agarro del cabello tiernamente pero sensual, y nos volvemos a besar, y así nos quedamos, no se cuanto tiempo más.

La hija de Tony Stark y Los Vengadores 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora