Cap. 36

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"Felicidad en la tormenta es un rayo de sol".

POV Fred:

Me quedé como un completo idiota mirando al horizonte mientras este se alejaba dejando salir un suspiro enamorado.

-Veo que ya habéis acabado por aquí.-murmuró Enzo apareciendo por el pasillo de forma tímida y sonriente.-Veo que le tienes una gran estima.-murmuró mirando en la misma direccion que yo y suspirando alegremente.

-Una gran estima es poco.-susurré yo encandilado.

-Veo que no te averguenza para nada.-declaró este dando la vuelta.

-Avergonzar? Qué cosa?-declaré volviendo al mundo real y cerrando al fin la puerta.

-Bueno... A mucha gente le apena hablar tan sinceramente de lo que siente por alguien, que lo hagas sin pelos en la lengua es realmente valiente.-murmuró sonriendo.

Le miré extrañado.

-Lo es?-pregunte confuso.

-No te resulta dificil?-preguntó el sorprendido.

-No... Si siento o pienso algo lo digo inmediatamente, no soy de guardarme cosas.-añadí sentandome rendido en el sofá.

-Eres identico a tu madre, sincero, echado para alante, que envidia me dais.-sonrió Enzo sentandose junto a mí.

-Mi madre...?-pregunté yo un tanto incrédulo.

-Sí, ambos sois un libro abierto.-declaró mirándome.

Yo aparté la mirada, un libro abierto?

-Enzo...-murmuré llamando su atención.

-Dime, Fred.-respondió el de forma tranquila.

-Estas saliendo con mi madre?-pregunté seguro y mirándole a los ojos.

-...-este se me quedó mirando como sin esperar mi intervención.-Por qué dices eso?

-Bueno, llevas un tiempo viviendo aquí sin ninguna explicación y la verdad noto cierta química entre mi madre y tú y... Era solo una idea que tenía por mi mente.

Este pareció realmente sorprendido.

-No hace falta que me respondas si no quieres, es vuestra intimidad despues de todo.-recordé apartando nuevamente la mirada.

-Aún... No.-murmuró se forma tímida.

Yo le miré curioso.

-Verás, quizá te deba una explicación... Hace no mucho, en un viaje de negocios tu madre y yo nos conocimos e hicimos muy buenas migas y... Creimos estar... Enamorados.-buscaba las palabras exactas para explicármelo sin ser demasiado cursi.

Pero como de la que hablaba era de mi madre, casi que me daba mal rollo.

-Yo la propuse el salir, pero ella insistió en que no me conocía ni yo a ella... Cuando quise darme por vencido, ella entonces decidio que quería conocerme y... En ello nos encontramos.-declaró finalmente.

-Ya veo pero, por qué sigues aquí? Es decir! No me malinterpretes! Pero el que los conozcais infuye también que vivas aquí? No es que me moleste ni nada del estilo, es solo que me parece raro que mi madre traiga de esta manera a gente a vivir aquí...-trataba de no sonar demasiado desconsiderado, despues de todo, él era quien me iba a sacar de mi pozo de desesperación.

-Entiendo perfectamente que es lo que quieres decir, Fred, de hecho, la razón por la que no me voy es porque tu madre no me deja, y así termino quedándome a dormir todos los días aquí.-completó él.

Entonces como que me dio un flashazo,como si hubiera sido algo que me hubiera ocurrido a mi.

-Imagino cual es la razón...-murmuré mirando hacia el suelo.

Este me miró intrigado.

-Si se tratara de la persona que yo amo... Tampoco dejaría que se fuera...-susurré sonriendo.

Este se puso notablemente nervioso, como si la vergüenza le ganara, trato de hacer como si no pasara nada, pero era demasiado obvio, parecía un chiquillo enamorado.

Dejé escapar una risilla.

-Si te gusta, bueno, ve por ella, si no le interesaras, no estarías aquí ahora.-Sonreí.

Este sonrio de vuelta.

-Gracias por tu apoyo.

-Gracias por sacarme de esta espiral de autodestrucción que yo llamaba "vida".-suspiré.

-Nadie deberia pasar por eso, sea la razon que sea, eso es una barbarie y tiene que acabar cuanto antes.-declaro de pronto muy seriamente.-Fred... Por qué no lo dijiste antes?-me miró preocupado.

-No es que no lo dijera... Creí que podria arreglarlo, hablé con profesores, hasta con el director, pero nada dio resultado y continuaron abusando... A veces era capaz de defenderme por unos instantes, pero como eran demasiados... No era suficientemente fuerte...-fue mi analisis final, lo que me hizo sentir totalmente inutil y débil.

-No Fred, tú has sido fuerte, has sido el más fuerte por aguantar todo eso sin decir palabra, ellos son los debiles por abusar de una situación baja.-pasó su mano por mis hombros.

-Ya... Gracias...-murmuré acariciando mi rodilla.

-Lo digo enserio, Fred.-declaró de pronto.-Tú has sido realmente fuerte, ahora dejanos a los demás ser los fuertes para poder protegerte.

Sonreí.

-Gracias.-declaré aquella vez de forma sincera.

De pronto sonó la puerta de casa y la voz de mi madre se hizo oír:

-Hola, chicos, ya estoy aquí!-y entró al salón.-No os lo vais a creer, al pasar por-.-de pronto mi madre me vio y gritó.-Frederick, qué diablos es todo esto?! Te estás volviendo a pelear?!-preguntó realmente furiosa.

-Escucha, Linda, no es lo que tú crees.-me protegió Enzo.

-Por qué está así sino?!-pregunto esta revisando mi cuerpo.

-Lleva semanas siendo victima de abusos en su instituto.-respondió Enzo impasible.

A mi madre se le cayó el bolso de la impresión.

-Que qué...?-preguntó incrédula.

-Díselo tú, Fred.-me ánimo Enzo.

Yo miré al suelo apenado y termine por expliacarle todo lo que había pasado en esas dos semanas.

-Por qué no dijiste nada?! Ya no te digo que me lo cuentes a mi, pero a algún profesor por lo menos, no?!-insistió mi madre.

-Ni el director quiso ayudarme...

-Asi que solo has estado yendo a clase para que te golpearan...-analizó mi madre con ojos vidriosos.

Yo desvíe la mirada.

De pronto ella se lanzó sobre mí abrazándome con tanta fuerza que casi me ahogaba.

-Lo siento, cariño, lo siento tantisimo...! Estaba tan concentrada en seguir enfadada contigo que eso eclipsó mi preocupación por que cosas horribles pudieran estarte pasando, lo lamento, lo lamento tanto...!-rompió en llanto.

-Mamá...- y yo iba por el mismo camino...

"Felicidad en la tormenta es un rayo de sol".

~•°-MI ANGEL-°•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora