Cap. 23

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"El perdón es un regalo silencioso que dejasen en umbral de la puerta de aquellos que te han hecho daño".


POV Fred:

-N-nada!

-A mi no puedes engañarme, Frederick, soy tu madre, ahora dime, qué ha pasado?

-Ahm... Pues... Es que...

Y de pronto sonó el teléfono, lo cual me hizo sentir sinceramente aliviado.

-Ahora hablamos.-declaró seria, entonces fue a responder el teléfono.-Sí? [...]
Sí, sí... [...] Qué? [...] No... Acababa de llegar... [...] Sí, vale, muchas gracias... [...] Lo lamento... [...] Adiós...-un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

La cara de enfado de mi madre se hizo ver segundos después... Una mirada dirigida a mi...

-Fred, qué significa que has estado haciendo novillos?!-Mierda! Se me habían adelantado!-No me lo creo! Entiendo que se te de mal el estudio! Entiendo que te vaya mal en los exámenes...! Pero no entiendo por qué vuelves a hacer el idiota con eso de los novillos...! Pensé que eso se había acabado!

-Y se ha acabado! Es que... No me encontraba bien... No quería ir a clase...

-Y dónde se supone que has estado?!

-E-en el puente...!-respondí temeroso.

-En el puente de los nightmare?! Dijiste que no volverías por ahí!

-Lo sé, lo sé! No sabía por donde más ir...

-A cualquier lado menos ahí! Pensé que lo dejé claro la última vez!

-Lo dejaste claro... Pero que no he-.

-Ah! Y seguro que te volvieron a ofrecer fumar, no?! Te habrás negado!-mi rostro se puso serio mirando al piso como dándole la razón.-Niegalo!

-No era tabaco...-declaré furioso.

-Qué era?! Eh?! María?!

-Sí, mierdas, era maría!-empecé a gritar enfadado.

-Qué dia-?! Castigado! A tu cuarto!

-Paso!-declaré enfadado.

-A tu cuarto te he dicho! Soy tu madre y harás lo que te diga!-gritó, eso causó que toda mi ira se disparara hacia ella, que no tenía culpa...

-Tú no eres mi madre! Eres una desconocida a la que nunca veo porque se la pasa trabajando!-tapé mi boca asustado, me había pasado...

Esta se me quedó mirando entre el llanto y la ira, pero no me quería quedar a averiguar lo que resultaba ser...

Entonces eché a correr afuera de la casa.

-Fred! Vuelve aquí!-pero yo corría y corría sin mirar atrás.

Sólo se me ocurrió un lugar al que ir... La casa de Freddy...

No quería meterle en todo aquello... Pero no sabía que más hacer...

-Hmmm? Oh, Fred, buenas tardes, querías algo, cielo?-preguntó la madre de Freddy.

-Está... Está Freddy?

-Oh, sí, está en su habitación, sube a por él.-sonrió esta amable.

-Muchas gracias...-y sin titubear, entré a la casa, subi las escaleras y finalmente me encontré con la habitación de Freddy, me daba algo de miedo llamar... Pero finalmente lo hice.

-Adelante!-escuché de sus labios.

-Hola...-saludé asomandome por la puerta avergonzado.

-Oh, Fred, qué haces aquí?-preguntó este sorprendido.

-Es que... Estaba solo en casa... Y me ha dado un poco el bajón...-mentí.

-Oh, está bien, entra.-sonrió él.

-Gracias...-y entré.

-Hacía mucho que no venías a mi casa, eh?-declaró Freddy al viento.

-Sí... Mucho...-debi de parecer algo deprimido, porque Freddy preguntó:

-Te encuentras bien? Se te ve pálido.

-Sí... Tranquilo estoy bien...

-Tú has comido?-cayo de pronto arqueando una ceja.

-Ah... Pues no.-recordé yo.

-Anda que... No podrías haberte hecho la comida?

-Es una buena pregunta...

-Ok,voy a subir unas galletas, te parece?-pregunto con simpatía desde la puerta.

-No te preocupes por mi, enserio...

-Pero tienes mala cara, no quiero que te desmayes por un bajón de azúcar en mi casa, me llevaría yo toda la bronca!-bromeó él.

-Ya veo... Gracias entonces...-y Freddy salió por la puerta.

Seguía sin creerme lo que le había soltado a mi madre... Me había pasado muchísimo...

Siempre he sabido que lo hace por nosotros... O por mi mejor dicho... Todas las palabras que le había soltado... Ahora pesaban en mi interior... Diablos... Soy el peor hijo del mundo...

-Ya volví, no encontraba las-.-yo le miré y este de calló de pronto.-O-oye, qué anda mal contigo?!-dejó las galletas en la mesa y se sentó justo frente a mi, a escasos milimetros de mi rostro.

-A-a qué te-?-y no pude seguir hablando, mi voz temblaba terriblemente, entonces noté una lágrima rodar por mi mejilla.

-Oye, oye! No llores!-me limpió las lágrimas con el puño de su manga.-Anda, por favor...! Sea lo que sea está bien... No tienes que llorar...!

-N-no está bien... Nada está bien...-al cerrar mis párpados más lágrimas salían.

-Q-qué es lo que anda mal, Fred?-siguió enjuagandome las lágrimas.

-Y-yo...!-no sabía si debía decirselo, pero... Igual tenía que contarle a alguien más...-T-te mentí...! No estaba solo en casa... Mi madre estaba esperándome y al enterarse de que me castigaron por hacer novillos y fumar...
E-entró en cólera...! Y yo me puse nervioso! Y dije cosas que no quería decir...!-bajé mi rostro totalmente hundido en mí mismo.

-Oh... Fred...-entonces me abrazó.

Fue un muy reconfortante abrazo... Tanto que llegué a pensar que cuanto más fuerte fuera, mejor me sentiría... Entonces le abracé de vuelta con toda mi fuerza, pero él no se quejó... Solo me estuvo reconfortando por unos instantes.

-Te sientes mejor...?-preguntó Freddy sin dejar de abrazarme.

Yo sorbí mis mocos.

-Algo...

-Mira, Fred, no sé qué es lo que le has dicho... Pero si que sé es que las madres siempre perdonan... En cualquier circunstancia... Pídela perdón de corazón... Lo peor que puede pasar es que éste enfadada por unos días contigo, pero finalmente todo se arreglará...

Mi respiración era irregular y agitada debido al llanto, obvio que la pediría perdón, eso era lo principal después de todo lo que la había dicho...

"El perdón es un regalo silencioso que dejasen en umbral de la puerta de aquellos que te han hecho daño".

~•°-MI ANGEL-°•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora