Cap. 33

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"Y cuando menos esperanzas tenía, cuando me ahogaba en mi propia oscuridad, alguien me lanzó un salvavidas de luz"

Pasó alrededor de mes y medio hasta que ocurrió el mínimo cambio, ya que los profesores no me creían, la escuela seguía con lo de los Nightmare y los animatronicos tenía prohibido acercarse... Y quien finalmente se terminó por enterar... Fue Enzo... que seguía viviendo con nosotros.

Acababa de llegar a mi casa cuando mi madre me llamó para comer,a lo que yo respondiendo que no tenía hambre, me subí a mi habitación. 

Estaba cambiandome de ropa, ya que la que llevaba puesta estaba sucia de arena y polvo debido a las golpizas que muchas veces me obligaban a tirarme al suelo, entonces llamaron a la puerta:

-Fred...? Hola, soy Enzo... Te importa si entro...?-miré hacia la puerta, qué importaría si lo descubría de igual forma no tenía arreglo...

Iba a responderle que adelante al tiempo que me cambiaba de camiseta, pero de pronto me dio un mareo tremendo, como un bajón de azúcar y, sin poder controlarlo, me desplomé en el suelo.

-Fred? Fred...?!-toda la habitación me daba vueltas, no era capaz de hablar y mucho menos de moverme a causa del dolor de mi cuerpo, cerré mis ojos por unos segundos y, cuando los abrí estaba la puerta abierta y Enzo tomándome en brazos tratando de reanimarme.-Por el amor de dios, Fred! Qué diablos te ha pasado?!-preguntó suspirando aliviado.

-Solo... Me he mareado un poco...-admití.

-Y todo esto?!-se percató de los golpes y arañazos.

No respondí.

-Qué te ha pasado...? Tienes problemas con alguien...?-preguntó preocupado.

-Tsk... Con alguien? ...Qué va... Solo con todo en instituto...-murmuré tratando de levantarme, pero en cuanto trataba me mareaba de nuevo.

-Fred, quédate quieto un rato...-mencionó Enzo.-Y qué quieres decir con todo el instituto...?

-Hace casi dos meses tuve un altercado y por una razón u otra... Acabé en el puente de los Nightmare...-murmuré incorporándome un poco.

-Puente de los Nightmare...?-de veras no lo conocía? Era el puente con peor fama de casi todo el pais...!

-Los Nightmare son una pandilla de delincuentes que se la pasan bebiendo, fumando, trapicheando... Ese tipo de cosas...-este me miró preocupado.

-Te hicieron algo...?

-No, no es ese el punto... Solo me convencieron de hacer una estupidez de la que me arrepiento... Pero ese no es el problema...

-Y cuál es, Fred...?-le miré a los ojos con la mirada más triste del mundo, después la desvié certero.

-Por algún topo, todo el instituto se enteró y se fueron creando rumores... Solo un día había pasado cuando la gente ya estaba susurrando sobre mi, gritándome, riéndose de mí o incluso golpeándome...

-Eso es terrible! No te han ayudado tus amigos?!

-Les dije que no se acercaran a mi hasta que la atención se disipara... No quiero que estén ellos en la mira de todos, así que... Estoy solo...-este me miró horrorizado.-Mis compañeros juraron hacerme la vida imposible y, bueno...-sonreí falsamente.-Lo están haciendo...

-Y tus tutores?!-se preocupó Enzo de más.

-Es inútil, también estoy en la mira de los profesores... Siempre he sido problemático y ahora no me creen, incluso me echan la culpa de cosas que no he hecho... Todos los ceros que me han ido poniendo durante el trimestre fueron por "copiar", pero en verdad no había copiado nada... Solo había empezado a estudiar...

Enzo ya no sabía como reaccionar.

-Tu madre sabe sobre esto...?

-No tiene pinta.-admití.-No he coincidido mucho con ella estos dos meses y siempre que está en casa prefiero subirme a mi habitación... No quiero causarle problemas...-murmuré cabizbajo.

-Ya he escuchado suficiente! Lo primero será decírselo a tu madre, después presentar una gran reclamación al profesorado, qué digo profesorado, al cuerpo directivo y lo último será cambiarte de instituto!-declaró este realmente serio.

-Ja... Tú no eres nadie para decidir todo eso...-murmuré sonriendo falsamente.

-Fred!-aquel grito borro mi sonrisa.-Te están matando en vida! No tienes comodines ni cómplices, seguro que no quieres que te eche un cable?!-preguntó enfadado, por qué se enfadaba él...?

Bajé mi rostro apenado y al borde del llanto.

-Siento haber gritado... Pero es que me rompe el corazón verte así, Fred... Lo que estás viviendo no es vida... Eres un muerto viviente...-rompí en llanto finalmente.-Lo que te están haciendo no es justo para tí y yo quiero ayudarte, por eso... Ayúdame a ayudarte...

No podía dejar de llorar.

-Anda... No llores... Todo se va a arreglar... Te lo prometo...-acarició mi cabeza reconfortándome con un sonrisa.-Por qué no empezamos por curar esas heridas, Fred?-yo absorbí mis mocos aún sin poder dejar de llorar y asentí con la cabeza adolorido.

Este me tendió su mano y yo me levanté ayudándome por ella.

Aún tenía mi camiseta a medio poner, qué desastre...

Tras colocarme la camiseta de forma correcta, Enzo colocó una mano tras mi espalda y me fue guiando hacia abajo.

-Y mamá...?-pregunté enjuagándome las lágrimas.

-Tras hacer la comida se fue a trabajar... En cuanto vuelva te prometo que le contaré todo.-me sentó en el sofá.

-Y mañana...?-pregunté encogiéndome, no sabía si de dolor o del pavor...

-No tendrás que volver ahí, tus días de tortura se acaban ya.-declaró serio, tras eso suavizó su expresión y continuó.-Ahora vuelvo, voy por el botiquín.-Pero nada más decir aquello sonó el timbre de la puerta, Enzo me miró.

-Iré yo por el botiquín...-traté de sonreír, a día de hoy dudo si le convencí realmente, pero este hizo como que sí y asintiendo con la cabeza, se dirigió hacia la puerta.

Yo estaba revisando los cajones sin recordar bien donde estaba el botiquín cuando de pronto escuché la voz más melodiosa que jamás había escuchado:

-H-hola, señor, creo que me he equivocado de casa...-me asomé sorprendido.

-Freddy?-le nombré y este me miró extrañado y confundido, revisó de nuevo a Enzo y al procesar datos y al acordarse de que se trataba del hombre que nos había arruinado el momento hace casi dos meses, se puso como un tomate.

-Ah, es cierto, pequeño, vienes a ver a Fred, no?-preguntó Enzo con dulzura.

-S-sí, señor!-se puso Freddy nervioso.

-No estás en la armada, Freddy.-murmuré.

-Por favor, pasa!-le invitó Enzo.

-No, como Fred estaba castigado no sabía si...

-Sé perfectamente por qué vienes, iba ahora a curar a Fred, hagamos una excepción y acompáñanos.-murmuró Enzo cortés.

-Sí... Gracias...-entró Freddy tímidamente.

-Deja de buscar el botiquín, Fred, olvidaba que antes tu madre se hizo un corte cocinando y lo terminé dejando en la cocina...-rascó su nuca incómodo.

-Está bien.-salí del baño y entré al salón.

-Fred...-me nombró Freddy realmente preocupado al verme, yo solo pude correspoderle con una culpable sonrisa.

"Y cuando menos esperanzas tenía, cuando me ahogaba en mi propia oscuridad, alguien me lanzó un salvavidas de luz"

~•°-MI ANGEL-°•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora