Cap. 30

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"Tira un plato al piso, se rompió, no? Pídele perdón, se arregló? Pues eso mismo".

POV Fred:

Tronó la alarma de pronto.

-Nnnghhhh...!-me quejé molesto sin sali de la cama, pero el ruido no se detenía.-Nnnnnghhhhh!-gruñí de nuevo haciéndome bolita en el sitio.

Pero el sonido seguía molestando!

Finalmente me levanté furioso yendo a golpear el dichoso despertador con todas mis fuerzas, pero cuando alce mi puño justiciero sobre esa atormentadora maquina que tantos sueños me había arruinado, respiré hondo y me calme, entonces lo apagué sin más.

Me vestí un poco patosamente y sin fijarme en lo que me ponía, estaba en ese precioso momento de estado "Rem" en el que estaba medio despierto-medio dormido y no pensaba en nada en concreto, mi mente estaba en blanco, desearía que fuera así durante todo el día...

Bajé las escaleras a paso lento y pesado y entré en la cocina bostezando al tiempo que tomaba el brick de leche y un bol.

-Buenos días, campeón.

-Buenos días...-saludé sin haber pensado antes y aún bostezando.

Entonces procese, a quién diablos saludaba?!

Me giré nuevamente con una mirada asesina y ahí seguía Enzo, el cual, a causa de mi reacción pegó un saltito del susto.

-T-todo bien...?-preguntó aterrado.

-Qué es lo que haces aquí...?-pregunté tratando de despertar del todo pero sin conseguirlo.-Pensé que dijeron ayer que te quedarias a comer, pensé que eso era todo.-le miré fiero.

-Uh... Sí... En cuanto a eso, creo que me quedaré un tiempo por aquí...

-Con qué permiso?-insinué.

-Con el mío.-salió mi madre de la nada entrando por la cocina.-Buenos días.-saludó y acto seguido le dio un beso en la mejilla a Enzo.

Me les quedé como un tonto mirándolos.

-Qué? También quieres uno?-preguntó burlona dirigiendose hacia mi.

Me quedé estático pensando en que volvía a actuar de forma normal conmigo, la verdad era un alivio, pero no me conseguía encontrar agusto con ese desconocido en mi casa.

-Vaya, Fred, de veras quieres un beso?-preguntó mi madre sorprendida al verme tan pensativo.

-Eh? No, claro que no!-lo rechacé finalmente tomando mi caja de cereales y sentandome en la mesa.

-Te encuentras mejor que ayer?-preguntó mi madre.

-Eh?-respondí con otra pregunta.

-No te hagas el tonto, Fred, te conozco, literalmente te he parido, sé perfectamente que algo iba mal ayer, pero parece que te subió el ánimo que Freddy viniera.-sonrió con esa ultima parte.

-Sí, supongo.-respondí.

-Y qué era lo que te pasaba?

-Nada, mamá, todo está bien... Solo te pido que si te mando un mensaje, minimo me respondas... No me tengas preocupado.

-Estaba muy enfadada contigo, de hecho sigo enfadada, solo que menos.

-Lo entiendo... Lo siento de nuevo por eso.-respondí metiendome una cucharada de cereales en la boca.

-Sabes perfectamente-.

-Sí, que un perdón no arregla nada.-respondí conociendo esa oracion de memoria.

-Por ejemplo-.

-Sí, el plato, lo pillo.-respondí una vez más, mi madre era como un libro abierto.

-El plato?-preguntó Enzo curioso.

Mi madre me miró a mi insinuando que le explicara, rodé mis ojos suspirando y entonces le dije:

-Imagínate... Tiras un plato, está roto, no?-murmuré sin siquiera mirarle.

-Ajá.-respondio él.

-Pídele perdón.

-Está... Bien...?-eso pareció descolocarle.

-Se ha arreglado?

-Imagino que no...

-Pues eso mismo.-tomé el bol con mis manos y empecé a beber la leche.

-Impresionante... Qué filosofía tan... Bueno, literal.

-Eso diselo a la filosofa de mi madre.-declaré tomando el bol y dejandolo en el lavaplatos.-Voy por la mochila.-y subí escaleras arriba en su busca, pero no la encontraba.

-Fred, ayer la dejaste tirada en la entrada y yo la dejé sobre el sofá. -me gritó mi madre desde abajo.

-Carajo.-solté y bajé tomando mi móvil, el cual esgava cargando segundos antes pero, entonces me fijé en la hoja de papel de mi escritorio.-Luna... -recordé rencoroso, de ese día ya no pasaba...

Suspiré armandome de paciencia y valentía y guardé el número en el bolsillo.

Bajé las escaleras con seriedad, eso pareció agitar a mi madre:

-Estas bien?

-Eh? Sí, todo bien.-agité mi cabeza volviendo al mundo real.

-Toma, anda.-me tendió la mochila.

-Gracias...-me la colgué de la espalda.

-Y lo de ayer fue una excepción, sigues castigado, no puedes salir.

-Está claro.-respondí sin oponer resistencia.

Esta parecía sorprendida, pero lo ignoró.

-Ve con cuidado, a ver si hoy no te castigan.-me riñó ella.

-Ya.-mi rostro se ensombreció de nuevo.-Adiós.-y salí de casa, lo más duro del día venía ahora...

Agaché mi rostro sin moverme de la entrada, no quería ir al instituto, no podía...

-Vamos, Fred, llegaremos tarde.-pegué un salto del susto.

-Freddy?! De donde se supone que sales?!-pregunté con el corazón a mil.

-Vi como salias de tu casa, y pensé en acoplarme.-sonrió él.

Le devolvi la sonrisa un tanto forzada.

-Vamos.-me tomó de la muñeca.

-Freddy, te dije ayer que no deberiamos ir juntos...-declaré mientras este tiraba de mí.

-Solo hasta la esquina antes del insti, ahí te dejaré libre, te parece bien?-se giró a verme sin detener el paso.

Miré al suelo y me encogí de hombros sin estar seguro.

-Te pareeeeceeeee?-pregunto clavando uno de sus dedos en mi abdomen, él sabía que tenía unas cosquillas bestiales.

-Si, si, vale!-di un paso hacia atrás tratando de no ser acribillado a cosquillas y, por fin tuve el valor de moverne hacia adelante, hacia mi infierno en vida, esperaba que la gente se hubiera cansado de molestar con lo de los Nightmare...

-Oye... En cuanto a lo de ayer con ese hombre...-insinuó Freddy de forma tímida mientras giraba su vista en otra dirección.

-Eh? Enzo?-este me miró temeroso.-Está bien, nos guardará el secreto, le conviene...-murmuré de forma oscura.

-Que miedo...-respondió Freddy ante aquello.-A proposito... Quién es ese hombre?

-Un supuesto amigo de mi madre.-declaré serio.

-Un amigo, eh...?-se preguntó Freddy en voz alta.

-Tsk... No es que sea mala persona, pero no puedo fiarme de él...

"Tira un plato al piso, se rompió, no? Pídele perdón, se arregló? Pues eso mismo".

~•°-MI ANGEL-°•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora