CAPÍTULO 14

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Lee Donghae

Caminaba de lado a lado frente al edificio donde vivía Jieun. Estaba debatiendo si ir a su apartamento y agradecerle por lo que había hecho el otro día. Definitivamente esa chica me ha hecho algo, y el problema es que no sé que me hizo.

Mientras pensaba si ir o no ir. Vi salir de la puerta del edificio a Yang Soo. Ver como venia con otro chico que no reconozco quién es, tiene que ser uno nuevo de su banda. Eso fue lo único que pensé.

—Mira a quien tenemos por aquí— dijo parándose en seco frente a mi con las manos cruzadas. No pude evitar mirarle mal. Ese mal nacido tiene que pagarme cada una de las que me ha hecho— Lee Donghae...— ladeaba una sonrisa mientras entrecerraba los ojos un poco.

—¿Que haces tú aquí?— pregunte de mala gana.

—Eso debería preguntar yo... ¿Que? ¿Vienes a permitirme matarte de una ves?

—Ni en tus sueños.

—Cuidado... Puedo terminar lo que empece— dijo señalando donde estaba mi herida.

—Ni en tus sueños... Eres tan cobarde que solo me tomaste desprevenido, por que no puedes hacerlo como hombre de frente.

—¿Cobarde yo?— se echo a reír luego de golpear con su codo al chico que estaba con él.

—Si, cobarde— volví a recalcar.

Dio dos pasos al frente, quedando bastante cerca de mi.

—Será mejor que no me provoques Lee, ya me tienes harto de odio. Si quisiera ahora mismo te pegaría un tiro.

Reí.

—No lo harás, hay demasiada gente en la calle. Un cobarde como tú no puede dejar que lo vean ser macho cuando amenaza y tiene gente que serviría de testigo para la policía.

—Eso ya lo veremos...

—Si, eso ya lo veremos...

Retrocedió un paso hacia atrás y se volvió a su acompañante.

—Vamos, Changmi.

Lo vi marcharse con aquel chico. De pronto me puse a pensar en como lo llamo. ¿Dijo Changmi? ¿De donde conozco a ese chico? Sé que he escuchado de su nombre, pero pensándolo con detenimiento, ese chico yo lo había visto en algún lugar.

Deshice todo pensamiento y me fui al primer café que estaba abierta a estas horas de la noche. Compre un café y luego conduje hasta casa.

Lee Jieun

Desperté en la mañana y levante a Hanah para que se preparara para la escuela. Mientras se preparaba, recibí la llamada de Chae Yeon, diciéndome que su padre quería hablar conmigo. ¿De que quería hablar? Pues no lo sé. Lo mas seguro su esposa le dijo cosas que no son.

—Hanah, si algo pasa nuevamente con aquella niña, dile al trabajador social que me llame. ¿De acuerdo?— dije luego de que el taxi se estacionara frente a su escuela.

—Esta bien.

—Gracias— le di un abrazo y luego bese su mejilla—. Nos vemos en la tarde.

—Adiós, Ji.

—Adiós— me despedí haciendo un va y ven con mis manos y una sonrisa.

Cerré la puerta y espera a verla entrar a la escuela.

—Señorita, ¿a donde la llevo?

Le dije al dirección y comenzó a manejar. Tras largos 15 minutos de camino, finalmente llegue. Le pague al conductor y baje del auto. Camine hasta la entrada y el guardia de seguridad me dejo pasar, luego de haber discutido al menos 5 minutos. Entre a la casa sin tocar a la puerta. Desgraciadamente me tope con la madre de Chae Yeon discutiendo con la empleada, al parecer encontró un nuevo remplazo de mi. Se volvió a mi, mientras me miraba echa todo una furia.

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