CAPÍTULO 75

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CAPÍTULO FINAL


Lee Jieun

Por fin mi hermano había salido de la cárcel. Fueron los tres años mas difíciles de mi vida. Jamas pensé extrañarlo tanto, pero así se dieron las cosas. Me siento feliz de poder tenerlo nuevamente de vuelta conmigo en casa. Podríamos hacer todo tipo de actividades familiares juntos luego de tres difíciles años. Mi princesa es loca con su tío, juega con el y Hanah es otra que anda de mil amores con Changmin. No me arrepiento de haberla dado la oportunidad a conocernos mejor, a unirnos mas como familia. El pasado ya quedo borrado, ya no hay nada de ese pasado. Lo único que resta es orar por el alma de Ha Ri que este tranquila de lo que dejó aquí en la tierra. Ya todo encajo dónde tenia que estar. y gracias a ella. Estaré eternamente agradecida con ella. Tal ves no tenga a Donghae, pero en su partida dejo claro su despedida, su sello de vencimiento. Y para recordarla, tengo a dos personas que son: Changmin y mi pequeña Ha Eun.

—Amor...— pronuncie una ves pase al patio trasero que daba a la piscina.

—Aquí...— dijo desde el gazebo. Estaba haciendo canes en una parrilla.

—Mm... Eso huele delicioso— me relamía los labios.

—¿Tienes hambre?

—Solo un poco— le sonreí.

—Te sonrojaste...— me señalo las mejillas—. Mentirosa, tienes hambre y mucha.

Lleve mis manos a mis mejillas para tapármelas.

—Ah, esta bien, tengo mucha hambre.

—En unos minutos está la comida.

—Que bueno, por que muero por comer esa carne deliciosa que estas preparando...

Donghae solo reía y seguía pinchando aquellas carnes. Mire a mi alrededor y no veía a ninguna de las niñas. ¿Dónde estaban mis princesas? Es extraño que no estén aquí con Donghae. Ellas aman estar aquí en el gazebo con Donghae.

—Por cierto, amor... ¿No te parece extraño que Ha Eun y Hanah no estén por aquí?

—¡Ah! Lo olvide.

—¿Que olvidadte?

—Hanah se fue a dar un paseo con Yang Mi y mi madre y Ha Eun esta durmiendo en su cama.

—¿La dejaste sola?— mis ojos se abrieron de par en par.

Me iba a levantar dela silla e ir a verla, pero Donghae saco su teléfono y me enseño el video.

—Tranquila, esta muy bien vigilada.

—Aw, que padre tan atento— sonreí a la misma ves que me acercaba para abrazarlo.

—El mejor— sonrió y me dio un corto beso.

Lee Donghae

—Papi, papi...— pronunciaba mi princesa extendiéndome las manos para que la alzara.

—¿Que paso pecesita? Que quiere mi pecesita hermosa?

—Duce...— me sonrió enseñándome los dientes.

—¿Dulce?— asintió—. Princesa, no puedes comer dulces, no es bueno.

Hizo un puchero y luego comenzó a llorar.

—¡Duce, duce!

No me gustaba verla llorar, pero darle lo que siempre quiere, es acostumbrarlos y no quiero eso. Quiero que mi princesa sea una niña fuerte y saludable. Quiero disfrutarlas sin condiciones de salud que la comprometen el futuro. Prometo ser un excelente padre, y eso estoy haciendo.

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