CAPÍTULO 67

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Lee Donghae

Tres días han pasado desde que Jieun despertó. Pensaba por un momento que todo había sido producto de mi imaginación, pero no, era real. Esos ojos marrones que por un momento pensé que nunca mas volvería a ver a causa del gran susto que me llevo aquel aparato cuando emitió un sonido continuo y no un sube y baja de lineas. Pero aquella imagen de sus ojos posados sobre los míos, no creo poder olvidarla.

"—Amor...— retire aquella lagrima que rosaba por su cien—. Regresaste a mi...— dije en un susurro ahogado. Parpadeaba lento, pero ella haba regresado a mi. Esa mirada que extrañaba, regreso a mi.

—¡Jieun!— exclamo mi madre acercándose a ella junto con mi padre.

Yo no dejaba de sostener su mano y con mi otra mano acariciaba su mejilla.

—Mi niña hermosa...— pronuncio mi madre aun con lagrimas en sus ojos. Jieun la miraba, pero era una mirada perdida, como que no sabia dónde estaba.

El doctor no podía creer que ella había despertado. Jieun había sido un milagro de vida y eso había que gritarlo a los cuatro mil vientos.

—Es un milagro, doctor— dijo la enfermera asombrada.

—Así es, doctor— añadió de igual manera la otra enfermera.

—Déjenme revisarla—pidió él, pero no se lo permití. Después de lo que me hizo hacer por que no quería ayudarla.

—No— espete molesto—. Usted no le pone un solo dedo encima y si lo hace, lo denuncio.

—¿Denunciarme?— cuestiono haciéndose el desentendido—. ¿Por qué tendría que hacerlo? Solo estoy cumpliendo con mi obligación de medico.

—¡Por qué usted...!— le comente a gritar, pero mi madre me detuvo esta ves.

—Hijo...— me miro luego de tomarme del brazo—. Por favor...— ladeo un poco su mirada, llevándola hacia Jieun y rápidamente a mi, indicándome que no era un buen momento, no frente a Jieun.

—Déjame revisarla, es mi trabajo— dijo el doctor.

—Hablemos primero y luego veo si le permito que revise a mi nuera— dijo mi madre en un tono no muy agradable, mas bien seca.

El doctor asintió.

—Sígame— le ordeno a este doctorcito. Sin protestar, este la siguió fuera de la habitación.

—Donghae, hijo. Ahora regresamos— hablo mi padre

Una ves se marcharon. Leeteuk y Eunhyuk se marcharon junto con Chae Yeon cargándola. Se había desmayado por la impresión. Una ves que estábamos solos, me volví a Jieun, quien ahora su se veía mas relajada y no perdida. Tome su mano nuevamente y no pude contener no poder mirarla con una tristeza, me había dado un tremendo susto. Pensé que la había perdido.

—¿Donde... estoy?— pregunto aturdida.

—En el hospital— respondí.

—¿Por... que?— cuestiono confundida.

—En otro momento hablamos de eso, ahora no puedes— acaricie su rostro—. Ahora dime ¿como te sientes?

La vi suspirar y volvió a mirarme.

—Me siento... extraña.

—¿Por que te sientes extraña?—pregunte aunque creo sospechar que es.

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