CAPÍTULO 70

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Lee Jieun

Han pasado dos semanas desde que mi hermano se entregó. Todo esto ha sido tan difícil para mi, pero es parte de mi proceso de aceptación. No me es difícil aceptar lo que mi hermano hizo, pero me recalco en innumerables veces que lo hizo para acabar de una ves con nuestra desgracia.

—Ayer fue el juicio...— pronuncie pensativa y triste a la ves.

Donghae mecía a nuestra princesa mientras mis suegros hacían el almuerzo. Esta ves mi querida suegra se ofreció en cocinar para nosotros, aun que le dije que no era necesario.

—¡Mis pecesitos, ya el almuerzo esta listo!— grito desde el comedor.

Donghae me miro y me sonrió.

—Ven...— se levantó con Ha Eun en brazos y me agarró de la mano—. Comer tal tal te has sentir mejor.

Negué con mi cabeza.

—Dudo mucho que eso suceda...— suspire pesado, estaba demasiado triste con todo esto—. Son 6 años en prisión...

Me apretó la mano, trataba de reconfortarme, pero era imposible.

—Lo se... Tienes que ser fuerte, yo tengo fe de que saldrá antes de los 6 años, estoy muy seguro.

—¿De verdad eso piensas?— asintió.

—No solo lo pienso, creo en que así será.

Lee Donghae

Han pasado 5 meses, cinco meses que se han sentido eternos. Mi pecesita hermosa esta grandísima, me tiene totalmente derretido y loco de ternura. Creo que nunca en mi vida antes había estado tan enamorado como ahora. Mi hija me llena de amor, de ternura y de tanta alegría de tenerla todos los días. Simplemente amo mi familia. Aún sigo buscando la oportunidad para proponerle matrimonio a Jieun, se me está haciendo muy complicado. Cada ves que intento hacer algo especial pasa algo con mi trabajo o Ha Eun se enferma y pues por tales razones aún no he podido comprometerla como se debe.

—DongHae...— escuche la voz de mi hermosa novia detrás de mi. Me volvía a ella y la vi cargando a Ha Eun, pero su mirada estaba entrecerrada.

—Dígame, hermosa— me acerqué a ella y la bese. Realmente lo que quería era que borrara esa expresión de su rostro, no quería que me siguiera mirando así, por que cuándo eso pasa, la cosa viene con regaños.

—Ya sabía yo que aquí usted, caballero, me está escondiendo algo.

—¿Yo?— me lleve la mano al pecho reflejando confusión.

—Si, usted— afirmó.

—Amor, pero ¿que podría yo esconderte?

—No lo sé, eso quiero saber yo.

—Amor...— pronuncie tomando a Ha Eun en mis brazos, quien me había guiñadas, que hermosa es mi princesa.

—Donghae, no metas a Ha Eun en esta conversación, sabes que no me gusta.

—Pero si no he pronunciado nada, solo la tome en brazos. Acaso ¿no puedo cargar a mi princesa hermosa preciosa?— le di muchos besitos en los cachetes que estaban para comérselos.

—No, no habló de eso, habló de que cuando estoy a punto de reclamarte algo, tiendes hacer este tipo de juegos para que yo me desvíe de lo que pienso. ¿Crees que no te conozco?—se llevo las manos a las caderas, enderezando as su espalda.

A este plano tenía que darme por vencido, ella ganaba. Me conocía muy bien, así que no tenía sentido seguir ocultándole tal cosa.  Camine en dirección opuesta a ella y llevar a mi pecesita a su corral ya que note que se estaba quedando dormida.

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