Lee Donghae
Desperté porque escuche mucho alboroto en la primera planta de la casa. Sabia perfectamente que lo estaban haciendo a propósito. Sabia perfectamente que querían saber lo que habíamos hecho. Rasque mis ojos para poder abrirlos sin pesadez. Me voltee a mirar a mi lado, y... ¿con que me encuentro? Me encuentro con la almohada y el espacio totalmente vacío. Ella no estaba allí. ¿A donde se fue ella? Me levante de golpe y entre al cuarto de baño, pensando que al menos estaba bañándose, pero no, no esta allí. Me vestí y salí de la habitación, dirigiéndome a la sala de estar. Al bajar me encontré a Leeteuk hablando con Eunhyuk y Shindong. Me acerque a ellos, aunque miraba a todos lados buscándola.
—Pero miren...— canturreo Eunhyuk cruzando de brazos—. Hasta que al fin despiertas, bello durmiente.
—Cállate— le dije de mala gana.
—¿Buena noche?— pregunto ahora Leeteuk con una sonrisa divertida.
—Bueno... si— sonreí como un tonto, mientras me acordaba de lo que sucedió—. ¿De casualidad la han visto bajar?
—¿Bajar?— hablo Shindong—. Esa chica se marcho muy temprano.
—¿Se fue?— pregunte atontado.
Se había marchado, pero... ¿Por que no me despierto?
—¿Estas seguro?
—Totalmente— respondió.
No entendía por que se había ido. Acaso... ¿hice algo mal? Que rayos dices, Donghae. Ni una sola chica con la que saliste, nunca, pero nunca me han dicho que hoy un asco en la cama. Pues eso era imposible de creer.
—Parece que ha alguien no le gusto el trato anoche— dijo Eunhyuk riéndose.
¿Se estaba burlando de mi este idiota?
—¿Podrías callarte? Maldita anchoa— lo insulte, inmediatamente dejo de reírse y me devolvió el insulto.
—Y tú un pez, ojalá esa chica te ahogue un día.
Muy pocas veces Eunhyuk me sacaba de quicio. Pero quería darle su merecido por decir cosas que no tenia que decir.
—Bueno, bueno...— hablo Leeteuk haciéndonos que nos distanciarnos—. Cálmense, ¿sí?
Si no fuera por él, ya le hubiera tendido un golpe, de seguro ya lo hubiera obtenido. Siempre interviene en nuestras discusiones. A veces parece una mamá protegiendo a sus hijos.
Me aleje de ellos para buscar mi teléfono y marcarle. Al menos debo saber por que se fue así, sin decir nada. Lo buscaba por todos lados, pero no lo encontraba.
—Chicos, ¿alguno ha visto mi teléfono?— pregunte buscándolo entre los muebles—. No lo encuentro.
—¿Tu teléfono?— asentí—. Amigo, si lo encuentras avísame— dijo Shindong riéndose.
—¿Por que dices eso?--pregunte con el ceño fruncido.
—Pues... por que lo vi en la mano de la chica al salir en la mañana... ¡Ah! Y sobre todo, se llevo dinero de tu billetera.
—Shindong, ¿estas seguro?— pregunte.
—¡Claro! Sabes que yo no te mentiría.
—Cierto...— asentí—. Gracias— dije seguido de darle palmadas en su espalda.
Subí las escaleras y me fui a mi habitación. Me dispuse a recoger todo el reguero que habíamos causado. Aunque para mi, era mejor dejar todo aquel reguero tirado allí, así podía recordar lo vivido con ella. Quería recordar su olor, su calidez y su belleza.
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Enlazado a ti
Fanfiction¿Como dos personas de mundos totalmente diferentes, pueden estar enlazados? El, un pandillero con dinero. Ella, una simple sirvienta. DongHae un chico rudo, pero con sentimientos. Desde que su novia falleció en medio de un intercambio de tiros con...