CAPÍTULO 1

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Hace tres años de la partida de mis padres. Tres años que han sido sumamente difíciles para mi. Tres años en los que he tenido que trabajar como un perro para poder mantener a mi pequeña hermana. Aun vivo el apartamento que me presto mi amiga Chae yeon. Aunque su mala madre quiere que me marche de allí. Me recalca a diario que busque otro lugar, mas adecuado a mi situación, ósea una chusmita como casa, la típica casa de una persona pobre.  Esa mujer es mi jefa, la madre adoptiva de mi mejor amiga. Trabajaba desde muy temprano en la mañana, luego de dejar a mi hermana en la escuela hasta aproximadamente las 2:00 de la tarde. Se acercaba el 15 de octubre, y siempre que se acercaba la fecha, dejaba a mi hermana con Chae Yeon para salir y distraer mi mente.

—Chae Yeon, ¿crees que mañana tu madre me pueda dar el día libre?— pregunte antes de salir de su casa. Me encontraba terminando mis deberes de limpieza.

—Puedo hablar con ella, si quieres.

—Si, creo que es lo mejor. Creo que nunca le caeré  a tu madre.

—Ella es así, amargada— se rió—. Tranquila, es así con todo el mundo.

—No me mal interpretes, pero a veces se comporta como una bruja.

Chae Yeon comenzó a reír por mi comentario. Lo había dicho en un susurro para que nadie me escuchara.

—Es cierto! Pensé que era la única que lo pensaba.

Ambas nos echamos a reír.

—Bueno, he terminado—  mire mi reloj y me percato que estaba tarde para recoger a Hanah—.¡Ay, estoy tarde! Debo recoger a a Hanah— dije tratando de avanzar y recoger mis cosas.

—¡Jieun... Jieun!— grito Chae Yeon por segunda ves, ya que no le preste atención la primera ves.

—¿Que?— respondí, rápidamente la mire.

—Deja eso ahí, le digo a las demás que terminen. Ve a recoger a tu hermana, si mi madre se molesta, le digo que yo te envíe.

—Gracias, te debo una.

—No hay problema, nos vemos luego.

Salí casi corriendo de al casa. Estaba diez minutos atrasada para recoger a mi hermana a la escuela. Posiblemente obtenga un regaño departe del director de la escuela. Tome el primer taxi que encontré para tener un poco más de rapidez, pero no fue así. Ya no hay manera de que me salve del sermón que me dará ese director. Maldición, estoy acabada. El trafico era pesado y detenido, miraba una y otra ves el reloj, me comenzaba a desesperar. Salí del auto luego de que pasaran veinte y cinco minutos allí detenida. Le pague al taxista con lo ultimo que me quedaba en mi bolso. Corrí por toda la acera hasta llegar al puente que daba hacia la escuela de Hanah.

—Señorita Lee Jieun, tarde nuevamente— dijo el director moviendo su cabeza de lado a lado mientras miraba al suelo—. ¿Por que ha llegado cuarenta y cinco minutos más tarde? Esto no es un cuido, debe de saberlo. Es la sexta ves que esto pasa.

—Lo siento, es que salí tarde del trabajo. Prometo que no volverá a pasar.

—Eso ha dicho muchas veces y mire, vuelve a pasar.

—No más excusas señorita Lee. Si vuelve a llegar tarde, no podremos admitir nuevamente a su hermana en esta escuela.

—¡¿Que?! Pero si no trabajo, ¿como usted cree que nos mantendremos? No tengo ayuda con esto. Yo soy lo único que ella tiene.

—Ese no es mi problema, aquí hay reglas y usted debe acatarlas. Haga arreglos, de lo contrario, ya sabe lo que sucederá.

Era una advertencia. No tengo opción, debía de hablar con la madre de Chae Yeon lo antes posible y espero que no me la ponga difícil.

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