CAPÍTULO 65

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Lee Yoon Ho (padre Donghae)

Ver como mi hijo a cambiado tanto, es algo que llena mi corazón de alegría. Por muchos años lo saque de la saca solo por el tipo de personas a las que se relacionaba y lo que hacia que era inaceptable para mi casa. Ahora es un hombre de bien. Me alegra que ahora a sus 30 años, quiera formar su propia familia, pero a la misma ves me entristece toda esta situación. Sé que no es fácil para él. Hace muchos años perdí a un ser querido, cosa que él no sabe, y tampoco pretendo agobiarlo con tal historia que prefiero no recordar.

—¿Como esta nuestro hijo?— pregunte a mi esposa luego de buscar un café.

—Esta desesperado, hace más de una hora que mi niña esta dentro de esa sala de operaciones... Me siento igual de desesperada que él.

—Tranquila, todo saldrá bien, tengamos fe.

Asintió y luego me abrazo. Sé como se siente, todos estamos igual de desesperados.

Vi a Hanah sentada al lado de Yang Mi y ahora su novio, Heechul, amigo y compañero de trabajo de Donghae. Esa niña estaba sufriendo demasiado por ella. No suelo hablar con ella casi por que no estoy en la casa todos los días, apenas he cruzado palabras con ella, pero no dejo de tomarle el mismo cariño que le tome a Jieun. Las quiero como si fueran mis hijas.

—Hanah, ven...— la llame—. ¿Tienes hambre?— pregunte una ves que llego a mi.

—Si, un poquito— mostró con su dedo lo poquito que tenia hambre.

—¿Vamos por una Hamburguesa?

—Si, me gusta.

—¿Te gustan mucho?

—Si— sonrió—. Mucho mucho.

Le dedique una sonrisa y la tome de la mano.

—Ven, vamos por tu hamburguesa.

Lee Donghae

Caminaba de lado a lado. Estaba sumamente desesperado por que me dieran alguna noticia. Nadie salía de esa sala de operaciones, ni siquiera una de las enfermeras. Estaba desesperado por saber aunque sea algo, incluso me conformaba conque alguien dijera que todo estaba bajo control, me basta con saber aunque sea algo mínimo.

—Donghae, deja de caminar de lado a lado, me mareas— dijo Heechul, quien estaba muy abrazado a mi hermana.

—No puedo, simplemente no puedo.

—Sabemos que estas desesperado, peor necesito que te sientes y te calmes— indico Yang Mi.

—¡No puedo!— exclame desesperado—. ¿Que parte de no puedo no entiendes?

—Ey, no la tomes conmigo. Estoy tratando de que te calmes un poco, así que no me salgas con idioteces, no es momento para discutir.

Yang Mi tenia razón. No era momento para estar peleando o discutiendo, era momento de mantenernos unidos como familia. Pero el desespero que tengo por saber de ella me tiene mal.

Tome asiento por unos minutos para tranquilizarme y serenarme un poco. Tome un poco de café y me volví a mi lugar. Pasaron unos minutos cuando una enfermera sale de una de las salas.

—¿Familiares de la paciente Lee Jieun?

Me levante del asiento lo más rápido que pude.

—¡Yo!— grite alzando mi mano como si yo fuera el único que estuviera esperando por noticias de ella y mi hija.

—¿Es usted su esposo?—

—Prometido— dije aunque no es cierto, solo soy su novio nada más.

Enlazado a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora