CAPÍTULO 37

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Changmin

Mañana seria el día cero. Mañana todo este infierno se acabara. Hice lo que tenia que hace, hice lo correcto. No me importa si de esto depende mi vida, pero no permitiré que mi pequeña hermana sufra mas de lo que ya ha sufrido.

—¿Donde te metiste, Changmin?— me pregunto Yang Soo al entrar a la casa.

—Salí a dar una vuelta a los alrededores.

—Bien... ¿Dejaste bien encerrada a esa perra cierto?

—¡Claro! No dejo nada a medias... Deje a cargo a Wookjae, se supone que le haya llevado su comida.

—Si fuera por mi, ni comida le llevaría.

"Imbécil, ojalá te maten" pensé.

—Bien, yo me voy— tomo las llaves de su auto—. Iré a ver a un amigo que me hara un gran favor— dijo remarcando la palabra "gran".

¿Que tipo de favor le pedirá este imbécil? Si le hago algo a mi hermana nuevamente, lo mato.

—¿Si sucede algo me llaman, de acuerdo?

Asentí. Lo vi marcharse muy contento. Quisiera saber que le ira a pedir a esa persona.

Camine hasta llegar a la habitación en donde tenia a mi hermana, mi pequeña hermana. Le pedí a Wookjae que se podía retirar a descansar. Se marcho y me asegure de que los demás estaba descansando. Entre a la habitación y la vi dormida pegada a la pared, pero un mal olor me hizo desviar la mirada de ella, viendo un gran charco de vomito en el suelo.

¿Le callo mal la comida? Me acerque a ella y la toque. Estaba ardiendo en fiebre. Salí rápidamente a buscar agua fría y unos paños para ponerle compresas frías en su cabeza. De esa manera le bajara la fiebre. La ansiedad por salir de aquí la estaba enfermando.

—Si esta fiebre no te baja, tendré que llevarte al hospital... No me importa si el imbécil de Yang Soo se enoja, pero no te dejare aquí sufriendo, no lo haré.

Lee Donghae

Me fui a descansar luego de decirle a los chicos el plan que hice junto a Changmin, para rescatarla. Heechul seguía un poco molesto, pero eso se le pasaría luego, así suele ser él.

—Mañana iré por ti...

Lee Jieun

"Corría para esconderme, los demás hacían lo mismo. Busque un lugar pequeño donde ningún niño cupiera. Me gustaba esconderme en lugares pequeños así se les haría difícil encontrarme cuando estuviéramos jugando el juego de las escondidas. Desde donde estaba podía ver a la maestra buscarnos muy sonriente. Me gustaba mucho jugar con la maestra, pero de un momento a otro comenzó a llover mucho. Truenos y relámpagos retumbaban el cielo. Intente salir de aquel agujero, pero no podía. Podía ver a los niños entrar al edificio de vuelta, estaban huyendo de la lluvia. Podía escuchar a la maestra salir y gritar mi nombre, pero yo no podía casi gritar, no tenia la voz chillona para que me escuchara con claridad. No sé cuánto tiempo paso desde que había comenzado a llover. Lo único que podía hacer era llorar.

—Mamá...— la llamaba llorando.

Rogaba por que viniera mi mama a sacarme de aquí. No me gustaba la lluvia y mucho menos los truenos y relámpagos. No sé cuando le comente a tener miedo.

—Mamá... Tengo miedo..."

Changmin

Le estaba poniendo compresas frías, intentando bajarle la fiebre, cuando la escuche hablar muy bajito. Estaba delirando por la fiebre. Me pregunto que le habrá causado la fiebre.

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