Yang soo
¡Maldición! Necesito hacer algo. Necesito desaparecer a esa manada de infelices. Los quito muertos a todos. Desde sus padre hasta esa maldita perra. A todos los quiero muertos. Después de esto si me quieren meter preso que lo hagan, pero me iré contento de haber eliminado a ese infeliz.
—¡Changmin!— grite enfurecido.
—Dime— responde apareciendo por al puerta de mi oficina.
—¿Que noticias me traes de los encargos?
—Volvemos a perder una mercancía.
—¡Maldita sea! ¿Hasta cuándo harán las cosas bien?— me levante de golpe de la silla—. ¡Ya hemos perdido tres grandes cargamentos!
—¿Quién estaba a cargo?— pone pregunta.
—Yo le dije claramente a Chang Goo, que tú estabas a cargo de este cargamento.
—A mi no me dijo nada. Yo apenas sabía de este cargamento.
Permanecía hablando con Changmin cuando otro de los muchachos llega a mi oficina.
—Jefe.
—¿Que quieres?
—Tengo novedades del infeliz de Lee DongHae y su chica.
—¿Cuáles?
Lee Jieun
Tenía algo estancado en mi cabeza que quería hacer. Llevaba días pensándolo, pero no estaba aún segura de hacerlo. Tal ves Donghae este feliz de la decisión he tomado.
—¿Te sientes bien?— me pregunta Yang Mi a mis espaldas mientras miraba por el balcón del segundo nivel de la casa todo lo que había alrededor.
Me volví a ella y le sonreí.
—Estoy feliz.
—Se te nota, aunque también se te nota lo cansada— se rió acercándose a mi.
—Si... solo un poco.
—¿Por qué mejor no vas a descansar? Ya es tarde y deberías de ir a dormir.... Ya sabes, por esa princesa que llevas ahí.
—Tal ves...— sonreí de medio lado—. Quisiera hacer otra cosa.
—¿Que cosa?
—Quisiera ir a caminar a donde vi a mi hermana por primera ves.
—A ¿Ha Ri?— asentí.
Lee Donghae
Tomaba un café como todas las noches desde que comencé a trabajar como agente. Aunque no estaba totalmente relajado por todos los sucesos que habían pasado. La brisa azotaba mi cabellera que había dejado crecer para cambiar un poco el estilo de malo que llevaba durante tiempo. Jieun me había cambiado la vida, y quería tener una vida tranquila junto a ella y mi hija.
— Amor...— escuche su hermosa voz a mis espaldas. Me volví para dar la cara.
Se veía tan hermosa sonriendo así. La notaba un poco cansada así que decidí preguntarle.
—¿Estás cansada?
—Mm...— lo pensó—. No, no estoy cansada.
—Vamos, no mientas, estás cansada.
—Bueno.... solo un poquito, pero... Quisiera hacer otra cosa.
—¿Que cosa?
—Quisiera ir a caminar por el río Han.
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Enlazado a ti
Fanfiction¿Como dos personas de mundos totalmente diferentes, pueden estar enlazados? El, un pandillero con dinero. Ella, una simple sirvienta. DongHae un chico rudo, pero con sentimientos. Desde que su novia falleció en medio de un intercambio de tiros con...